Dientes blancos sí, pero con cuidado

El arte de perfeccionar una sonrisa es aprovechar la belleza natural de sus dientes

Los blanqueamientos dentales se han convertido en uno de los tratamientos más solicitados por los costarricenses. Como especialista recomiendo tomar en consideración algunas precauciones antes de someterse a este tipo de prácticas, ya que no todos los dientes pueden ser expuestos a los compuestos químicos de un blanqueamiento.

En primer lugar, el paciente deberá considerar la sensibilidad de sus dientes, debido a que el blanqueamiento podría incrementar la sensibilidad dental. La dieta alimentaria también influye en la efectividad del procedimiento; el consumo de comidas muy pigmentadas, la ingesta de soya, el exceso de bebidas con colorantes como el vino tinto, café, té y el tabaco, impiden que el resultado sea duradero.

También existen las manchas intrínsecas, es decir, formadas en el interior de los dientes producto de la ingesta de medicamentos; las cuales no se pueden blanquear con tratamientos convencionales.

Además, hay dientes que tienen malformaciones en el esmalte (cubierta que recubre la corona de los dientes) que se pueden ver comprometidas al realizar blanqueamientos.

Dientes en forma

No todos tienen las cualidades físicas para realizarse un procedimiento de este tipo. En este caso, influyen variables como el color del diente, la calidad y cantidad de esmalte en cada pieza, si posee o no manchas; e incluso el color y tipo de piel de la persona.

Resulta importante considerar que si bien muchos productos que ofrece el mercado contribuyen a mejorar la apariencia dental, es necesario conocerse a sí mismo y valorar su salud bucodental. Por lo tanto, se recomienda que sea el especialista quien indique qué producto es el mejor para su boca. Los componentes principales en los blanqueamientos son el peróxido de carbamida para blanqueamientos ambulatorios y peróxido de hidrógeno para blanqueamientos en clínica, las concentraciones varían según el producto y el indicado para cada paciente.

Entre los pasos previos a una rehabilitación de estética dental, las personas deben tomar consciencia de que todos somos diferentes y que cada proceso debe realizarse en función de la fisionomía de cada individuo.

Dientes en forma

En primer lugar, la forma de los dientes debe ir acorde a la forma del rostro, sea este triangular, ovalado, redondo o cuadrado. El segundo paso es analizar la posición de las encías en relación con las demás facciones de la cara, así como el tono de la piel.

Ante todo, la función de los dientes es lo más importante en un tratamiento dental. Se debe considerar siempre la condición de la mordida, así como su salud periodontal (encías y hueso), la higiene del paciente y, sobre todo, el compromiso de este para su mantenimiento.

Los pacientes con mala mordida se pueden corregir, dependiendo de la edad del paciente, con aparatología específica (ortodoncia, expansores de arco, correctores de hábitos). Enotros casos se aplica cirugía.

En cuanto a los dientes desgastados, es necesario valorar el origen del desgaste y en función de este buscar una restauración ideal. En este caso pueden repararse con materiales como la resina o la porcelana.

En el país existen especialistas en todas las áreas. En la mayoría de los casos de odontología estética se necesita de la participación de varios especialistas para lograr los resultados deseados.

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PERIODONTITIS

La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad crónica e irreversible que puede cursar con una gingivitis inicial, para luego proseguir con una retracción gingival y pérdida de hueso hasta, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo. De etiología bacteriana que afecta al periodonto,se da mayormente en adultos de la tercera edad; el tejido de sostén de los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento radicular y el ligamento periodontal. Diagnóstico Tiene efectos como caries, mal aliento, dolor al masticar y sangrados abundantes y no se contagia por dar un beso, por beber del mismo vaso o por medio de la saliva. Al principio puede manifestarse por una ligera inflamación gingival, con sangrado discreto de las encías al cepillarse los dientes y un cierto grado de tumefacción y enrojecimiento de las encías. Su diagnóstico precoz contribuye a un mejor pronóstico ya que es condición necesaria para frenar su evolución cuanto antes. Signo principal es la formación de una bolsa periodontal por pérdida de inserción, y la forma de medir es por medio de la sonda periodontal. Este procedimiento de periodotología se llama sondaje periodontal y con él los dentistas obtienen la profundidad de sondaje que sirve para medir la afectación que la enfermedad periodontal y la destrucción de hueso que esta ha provocado. Los valores obtenidos con el sondaje de diagnostico periodontal servirán de referencia en los mantenimientos periodontales que se deberán realizar cada 6 meses por el periodoncista.Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la periodontitis. Por otra parte el hábito de fumar o usar productos de tabaco puede disminuir el efecto de algunos tratamientos, además de enmascarar la enfermedad ya que disminuye el sangrado. Además de la placa bacteriana, existen otros factores locales y sistémicos que modifican la respuesta del huésped ante la invasión bacteriana, facilitando o por el contrario retardando el proceso infeccioso, por ejemplo tabaquismo, diabetes mellitus, déficits de neutrófilos (Síndrome de Down, de Papillon-Lefèvre o de Marfan), etc. Sin embargo, es de vital importancia comprender que la única forma de evitar su aparición es manteniendo una adecuada higiene oral y visitas periódicas al odontólogo. La enfermedad en su forma agresiva (periodontitis agresiva) puede aparecer en edades tempranas, evolucionando de manera rápida, lo que provoca la pérdida de piezas dentales en personas jóvenes. Periodontitis simple Es la forma más prevalente. Se hace clínicamente significativa sobre los treinta años de edad y suele estar precedida de una gingivitis. La pérdida de soporte se produce en los periodos activos de la enfermedad. Sin embargo, la presencia de Porphyromonas gingivalis indica una alta probabilidad de periodontitis activa. Periodontitis agravada por factores sistémicos Enfermedades como la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison, la enfermedad de Crohn, enfermedades hematológicas o el sida provocan una progresión más rápida de la periodontitis, con diferentes manifestaciones clínicas. Periodontitis agresiva (de inicio precoz) Aparece a los veinte años de edad o antes. Supone, aproximadamente, entre un 10 y un 15% de todas las periodontitis. Periodontitis agresiva localizada Afecta principalmente a los primeros molares e incisivos, probablemente porque ya están erupcionados al iniciarse la enfermedad. Puede progresar a la forma generalizada o, posteriormente, a la periodontitis de evolución rápida. Tanto la forma localizada como la generalizada tienen la misma etiología, pero su presentación depende de la efectividad de la respuesta defensiva del huésped. Existen una serie de factores asociados que son: el déficit en la quimiotaxis de los leucocitos, el número reducido de quimiorreceptores superficiales y la cantidad anormal de glicoproteínas en la superficie de los neutrófilos. Periodontitis de inicio precoz generalizada Puede generarse desde una forma localizada o debutar así. Se distingue de la periodontitis de evolución rápida en función del tiempo de inicio de la enfermedad. Sin embargo, la edad no puede precisarse, pues el tiempo del diagnóstico no coincide con el inicio de la enfermedad. Se relaciona con la presencia de una serie de bacterias como son Actynomices actinomycetem comitans o la Porfiromona gingivalis. Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Consecuencias colaterales Se ha observado que las bacterias presentes en este tipo de infecciones migran desde la boca hasta la circulación sanguínea, lo que produce un daño directo en el endotelio (componente principal de la pared arterial) con la consecuente formación de ateromas (engrosamiento de la pared arterial debido al depósito de colesterol) y trombos. Incluso, en pacientes fallecidos, se han realizado biopsias de ateromas, y se han encontrado bacterias periodontales, patógenos propios de las encías.

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