Los implantes dentales son la opción
perfecta para corregir cualquier tipo de accidente a nivel bucal. Pero
como todo procedimiento médico, tiene sus riesgos.
Principalmente hay que tomar en cuenta a los pacientes fumadores, los diabéticos, los hipertensos y de manera específica, la calidad del hueso, la edad del paciente y su salud bucal.
Según explica Juan Carlos Reyes, odontólogo cirujano maxilo-facial, los implantes dentales no son tan sencillos como algunos profesionales piensan, pues los presentan comercialmente como si se tratara de comprar un carro o un electrodoméstico".
"Son soluciones estéticas, funcionales y de compromiso sistémico, donde antes de darle un presupuesto al paciente, se amerita de una evaluación diagnostica y planificación de parte del especialista para asegurar el éxito a largo plazo", explica Reyes.
Destaca que independiente del objetivo y de las expectativas de los pacientes es responsabilidad del profesional informarles de los factores de riesgo que pueden influir en un posible fracaso. Si el paciente no presenta estos factores de riesgo y el profesional cumple con el protocolo quirúrgico se habla hasta de un 98% del éxito de la cirugía de implantes dentales.
Pacientes fumadores y diabéticos: Se ha demostrado que hay un mayor riesgo de fracaso de implantes dentales en pacientes fumadores que en no fumadores, y esto se debe a que el cigarro reduce o disminuye la vascularización (circulación de sangre por las encías y el hueso) y, por consiguiente, retarda la cicatrización de los tejidos, afectando la fusión hueso e implante.
En los diabéticos se recomienda la estabilización de glicemia y un protocolo de reducción del estrés. Los pacientes de diabetes no controlada son de alto riesgo a que los implantes fracasen por el retraso de la curación de la herida.
Edad e hipertensión: Los implantes están contraindicados en paciente muy ancianos (caquéctico), en niños y adolescentes que no han completado su crecimiento craneofacial.
En cuanto a los pacientes hipertensos, lo más importante es la estabilización de su presión arterial, para esto es de vital importancia la interconsulta con su cardiólogo. También es importante un protocolo de reducción al máximo del estrés.
El grosor del hueso debe ser no menos de 3.5 a 6 milímetros, dependiendo del lugar o pieza que se vaya a implantar, en caso de menos de 3.5 milímetros en algunas situaciones hay que utilizar técnica de injerto de hueso, de lo contrario el implante puede fracasar.
Principalmente hay que tomar en cuenta a los pacientes fumadores, los diabéticos, los hipertensos y de manera específica, la calidad del hueso, la edad del paciente y su salud bucal.
Según explica Juan Carlos Reyes, odontólogo cirujano maxilo-facial, los implantes dentales no son tan sencillos como algunos profesionales piensan, pues los presentan comercialmente como si se tratara de comprar un carro o un electrodoméstico".
"Son soluciones estéticas, funcionales y de compromiso sistémico, donde antes de darle un presupuesto al paciente, se amerita de una evaluación diagnostica y planificación de parte del especialista para asegurar el éxito a largo plazo", explica Reyes.
Destaca que independiente del objetivo y de las expectativas de los pacientes es responsabilidad del profesional informarles de los factores de riesgo que pueden influir en un posible fracaso. Si el paciente no presenta estos factores de riesgo y el profesional cumple con el protocolo quirúrgico se habla hasta de un 98% del éxito de la cirugía de implantes dentales.
Pacientes fumadores y diabéticos: Se ha demostrado que hay un mayor riesgo de fracaso de implantes dentales en pacientes fumadores que en no fumadores, y esto se debe a que el cigarro reduce o disminuye la vascularización (circulación de sangre por las encías y el hueso) y, por consiguiente, retarda la cicatrización de los tejidos, afectando la fusión hueso e implante.
En los diabéticos se recomienda la estabilización de glicemia y un protocolo de reducción del estrés. Los pacientes de diabetes no controlada son de alto riesgo a que los implantes fracasen por el retraso de la curación de la herida.
Edad e hipertensión: Los implantes están contraindicados en paciente muy ancianos (caquéctico), en niños y adolescentes que no han completado su crecimiento craneofacial.
En cuanto a los pacientes hipertensos, lo más importante es la estabilización de su presión arterial, para esto es de vital importancia la interconsulta con su cardiólogo. También es importante un protocolo de reducción al máximo del estrés.
El grosor del hueso debe ser no menos de 3.5 a 6 milímetros, dependiendo del lugar o pieza que se vaya a implantar, en caso de menos de 3.5 milímetros en algunas situaciones hay que utilizar técnica de injerto de hueso, de lo contrario el implante puede fracasar.
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