Las mejores maneras de reparar un diente dañado

Es un modo de reparar un diente dañado por caries y devolverle su función y forma normal. Cuando el dentista realiza una obturación o restauración, primero retira el material cariado, limpia la zona afectada, luego rellena la cavidad con un material de restauración.
Al cerrar espacios donde las bacterias pueden alojarse, la restauración ayuda a evitar futuras caries. Los materiales utilizados pueden ser oro, porcelana, resina composite (restauraciones del mismo color del diente), y amalgama (aleación de mercurio, plata, cobre, estaño y a veces zinc).

 

¿Cuál es el mejor tipo de restauración?

El mejor tipo de restauración, será el más adecuado para usted, y esto estará determinado por factores tales como la extensión de la reparación, alergias a ciertos materiales, lugar de la restauración y costo.

· Oro: se realizan por pedido a un laboratorio y luego se cementa en el lugar. Las incrustaciones con oro son bien toleradas por los tejidos gingivales y pueden durar más de 20 años. Debido a estas razones, un gran número de expertos en la materia considera que el oro es el mejor material de restauración. Sin embargo, es la opción más costosa y demanda varias visitas al consultorio.

· Amalgamas (con plata): son resistentes al desgaste y relativamente económicas. Debido a su color oscuro, son más notorias que la porcelana o las restauraciones con composites y por lo tanto no se suelen aplicar en zonas muy expuestas a la vista, como dientes anteriores.

· Resinas composite (polímero): se logra el mismo color que los dientes propios y en consecuencia se usan cuando es muy importante mantener el aspecto natural. Los ingredientes se mezclan y se colocan directamente en la cavidad donde se endurecen. Los composites pueden no ser el material ideal para las restauraciones extensas porque se astillan y se gastan con el tiempo. También, pueden mancharse con café, té o tabaco y no duran tanto como otros tipos de restauraciones. Por lo general, duran entre 3 y 10 años.

· Porcelanas: se denominan incrustaciones inlays u onlays, se realizan sobre pedido en un laboratorio y luego se cementan al diente. Pueden simular el color del diente propio y resisten el manchado. Una restauración de porcelana generalmente cubre la mayor parte del diente. El costo es similar al del oro.

Si una caries o fractura ha dañado una gran porción de diente, se recomendará la colocación de una corona o funda. La caries que haya llegado al nervio, se trata de dos modos: mediante un tratamiento de conducto radicular (en el que se extrae el nervio dañado) o por un procedimiento denominado "enfundado de la pulpa" o "protección pulpar directa" (por medio del cual se intenta mantener el nervio vivo).

¿Qué sucede cuando se realiza una restauración?

Cuando el dentista decide restaurar una cavidad, primero retira la caries y limpia el área afectada. Luego, coloca en la cavidad algunos de los materiales descritos más arriba.

¿Cómo sé si necesito una obturación o restauración?

Solamente su dentista está capacitado para determinar si una caries requiere de ello. Durante el control periódico, el dentista utiliza un pequeño espejo para examinar la superficie de cada diente.

Todo lo que tenga un aspecto anormal luego será controlado detenidamente con instrumentos especiales. Su dentista también tomará placas radiográficas de toda la boca o de una sección. El tipo de tratamiento que elija dependerá de la extensión y el daño que haya causado la caries.
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PERIODONTITIS

La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad crónica e irreversible que puede cursar con una gingivitis inicial, para luego proseguir con una retracción gingival y pérdida de hueso hasta, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo. De etiología bacteriana que afecta al periodonto,se da mayormente en adultos de la tercera edad; el tejido de sostén de los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento radicular y el ligamento periodontal. Diagnóstico Tiene efectos como caries, mal aliento, dolor al masticar y sangrados abundantes y no se contagia por dar un beso, por beber del mismo vaso o por medio de la saliva. Al principio puede manifestarse por una ligera inflamación gingival, con sangrado discreto de las encías al cepillarse los dientes y un cierto grado de tumefacción y enrojecimiento de las encías. Su diagnóstico precoz contribuye a un mejor pronóstico ya que es condición necesaria para frenar su evolución cuanto antes. Signo principal es la formación de una bolsa periodontal por pérdida de inserción, y la forma de medir es por medio de la sonda periodontal. Este procedimiento de periodotología se llama sondaje periodontal y con él los dentistas obtienen la profundidad de sondaje que sirve para medir la afectación que la enfermedad periodontal y la destrucción de hueso que esta ha provocado. Los valores obtenidos con el sondaje de diagnostico periodontal servirán de referencia en los mantenimientos periodontales que se deberán realizar cada 6 meses por el periodoncista.Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la periodontitis. Por otra parte el hábito de fumar o usar productos de tabaco puede disminuir el efecto de algunos tratamientos, además de enmascarar la enfermedad ya que disminuye el sangrado. Además de la placa bacteriana, existen otros factores locales y sistémicos que modifican la respuesta del huésped ante la invasión bacteriana, facilitando o por el contrario retardando el proceso infeccioso, por ejemplo tabaquismo, diabetes mellitus, déficits de neutrófilos (Síndrome de Down, de Papillon-Lefèvre o de Marfan), etc. Sin embargo, es de vital importancia comprender que la única forma de evitar su aparición es manteniendo una adecuada higiene oral y visitas periódicas al odontólogo. La enfermedad en su forma agresiva (periodontitis agresiva) puede aparecer en edades tempranas, evolucionando de manera rápida, lo que provoca la pérdida de piezas dentales en personas jóvenes. Periodontitis simple Es la forma más prevalente. Se hace clínicamente significativa sobre los treinta años de edad y suele estar precedida de una gingivitis. La pérdida de soporte se produce en los periodos activos de la enfermedad. Sin embargo, la presencia de Porphyromonas gingivalis indica una alta probabilidad de periodontitis activa. Periodontitis agravada por factores sistémicos Enfermedades como la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison, la enfermedad de Crohn, enfermedades hematológicas o el sida provocan una progresión más rápida de la periodontitis, con diferentes manifestaciones clínicas. Periodontitis agresiva (de inicio precoz) Aparece a los veinte años de edad o antes. Supone, aproximadamente, entre un 10 y un 15% de todas las periodontitis. Periodontitis agresiva localizada Afecta principalmente a los primeros molares e incisivos, probablemente porque ya están erupcionados al iniciarse la enfermedad. Puede progresar a la forma generalizada o, posteriormente, a la periodontitis de evolución rápida. Tanto la forma localizada como la generalizada tienen la misma etiología, pero su presentación depende de la efectividad de la respuesta defensiva del huésped. Existen una serie de factores asociados que son: el déficit en la quimiotaxis de los leucocitos, el número reducido de quimiorreceptores superficiales y la cantidad anormal de glicoproteínas en la superficie de los neutrófilos. Periodontitis de inicio precoz generalizada Puede generarse desde una forma localizada o debutar así. Se distingue de la periodontitis de evolución rápida en función del tiempo de inicio de la enfermedad. Sin embargo, la edad no puede precisarse, pues el tiempo del diagnóstico no coincide con el inicio de la enfermedad. Se relaciona con la presencia de una serie de bacterias como son Actynomices actinomycetem comitans o la Porfiromona gingivalis. Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Consecuencias colaterales Se ha observado que las bacterias presentes en este tipo de infecciones migran desde la boca hasta la circulación sanguínea, lo que produce un daño directo en el endotelio (componente principal de la pared arterial) con la consecuente formación de ateromas (engrosamiento de la pared arterial debido al depósito de colesterol) y trombos. Incluso, en pacientes fallecidos, se han realizado biopsias de ateromas, y se han encontrado bacterias periodontales, patógenos propios de las encías.