La limpieza. Los cepillos dentales pueden cultivar gérmenes, hongos y bacterias. Luego de usar el cepillo, debes sacudirlo con fuerza bajo el chorro del agua y colocarlo en posición vertical para que se ventile. Los cepillos no deben tocarse entre si.
No son eternos. El cepillo se debe cambiar cada 3 o 4 meses, incluso antes si tiene las cerdas gastadas o dobladas. Recuerda que un cepillo de dientes nuevo es 30% más efectivo removiendo placa que uno ya desgastado.
Desgaste. Lo cepillos de dientes de los niños se desgastan más rápido por lo que deben reemplazarse cada mes o mes y medio.
Cambio obligado. Después de una gripa o una infección bucal o de garganta se debe cambiar el cepillo porque los gérmenes pueden esconderse en las cerdas y reactivar la infección.
No lo hagas. No se deben de desinfectar con enjuagues bucales u otros productos similares.
No se presta. Los cepillos de dientes no se deben compartir, ni con tu pareja, ya que puedes contagiarte con alguna infección bucal.
De vacaciones. Es bueno usar una protector plástico para transportar tu cepillo en vacaciones, pero cuando lo uses debes dejarlo ventilar y secar para que no se formen gérmenes.
Acuden al dentista. Debes acudir al dentista por lo menos una vez al año. Los niños deben de empezar desde los 3 años de edad.
Come bien. Lo más importante para cuidar tus dientes y tu salud es llevar una dieta balanceada, evita la comida chatarra y las golosinas.
Fuentes: Revista del consumidor. Colgate.com.
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