El profesional evalúa previamente a la colocación de un implante dental que el paciente tenga una estructura ósea en la mandíbula capaz de soportar el implante. Hay muchas veces que las condiciones del hueso no permiten colocar un implante en el lugar que uno quiere sino donde puede colocarlo.
Cuando el paciente no cuenta con la cantidad apropiada de hueso, es probable que el médico sugiera al paciente someterse a un procedimiento llamado aumento óseo. El aumento óseo es un procedimiento muy común que implica una intervención quirúrgica menor que se realiza en el mismo consultorio odontológico. Estas técnicas quirúrgicas especiales, como el levantamiento de senos, se utilizan para lograr mayor altura de hueso y así poder colocar un implante (solo en cuanto a la altura, no para lograr mayor espesor).
Otras veces pasa que, entre la extracción de la pieza dentaria y la colocación de un implante pasa mucho tiempo, por lo que el hueso se forma como un “filo de cuchillo” cuando debería formar una meseta. Cuanto más tiempo pasa posterior a la extracción dentaria, el hueso se achica (se rehace para abajo) en alto y ancho. Esto pasa mucho con la gente mayor: no les calzan las prótesis, se les caen y llega a una etapa de su vida en que ya han usado muchas prótesis que se les mueven y al moverse generan un desgaste del hueso. Eso es lo que provoca una prótesis mal adaptada.
Por eso, lo recomendable es que cada vez que se programe una extracción dentaria, se programe al mismo tiempo la colocación del implante. Hay que tener en cuenta que los promedios de éxito en este tipo de intervenciones son muy altos. Aproximadamente, el 95% de los pacientes que se someten a una cirugía de implante dental, finalizan su proceso satisfactoriamente.
Fuente: Fernando Hittos - Coordinador odontológico de Dentalia / www.dentaliaonline.com. Matrícula Nacional: 20771; Matrícula Provincial: 42759
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