Durante dos décadas los científicos mantuvieron registros de salud oral y general - incluso el tabaquismo -, midieron los niveles de la placa dental, el sarro, la enfermedad de las encías y la pérdida de dientes. Según los investigadores, ningún participante presentaba enfermedad de las encías al principio, pero sí se encontraron "niveles sustanciales" de la placa en la superficie de los dientes.
La investigación, publicada en la revista británica BMJ Open, indicó que a lo largo del tiempo la acumulación de la placa dental, que es una película fina de bacterias que se forma entre los dientes por la falta de higiene oral, puede conllevar a la inflamación e infección de las encías, provocando enfermedades bucales como la gingivitis y la periodontitis. Y eso aún podría generar otras enfermedades más graves.
Los investigadores concluyeron que la inflamación de las encías tiene un papel muy importante en los diferentes tipos de cáncer. Ese tipo de inflamación puede causar el mal aliento, sangrado y, si no se trata, también caries, lo que puede conllevar a la pérdida de las piezas dentales. La placa dental fue vinculada con problemas de salud crónicos, incluyendo las enfermedades del corazón.
Al final de la investigación, en 2009, 4,2% de los participantes habían muerto y el promedio de muerte era a la edad de 61 años en las mujeres y 60 en los hombres. Según los científicos, el fallecimiento a estas edades está considerada prematura porque, según el promedio, se espera que en ese país una mujer viva 13 años más y un hombre 8,5 años más. Tal como señalan los autores, "el índice de la placa dental en los que habían muerto era más alta del índice de los supervivientes".
Sin embargo, los autores advierten, que no se puede establecer un vínculo definitivo entre la placa y la muerte, ya que este estudio está basado en observaciones y por eso es necesario llevar a cabo más investigaciones para comprobar esa asociación.
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