Al 60% de los adultos les huele la boca

La halitosis afecta a la vida diaria, a las relaciones sociales, afectivas y profesionales, y en el 90% de los casos tiene su origen en la boca y no en el estómago







La halitosis es una afección muy común caracterizada por el mal aliento u olor desagradable del aliento que afecta a más del 50% de la población en algún momento de su vida. Aproximadamente un 30% de los pacientes mayores de 60 años, han padecido o padecen en algún momento de halitosis. En el 90% de los casos tiene origen en la boca y no en el estómago; por eso, es muy importante mantener una correcta salud bucodental que sirva para prevenir esta problemática. La falta de información y la barrera psicológica que supone para las personas que la padecen convierte a la halitosis en una de las afecciones bucales que más afecta a la vida diaria, a las relaciones sociales, afectivas y profesionales.

¿Cuáles son los tipos de halitosis?

  1. Halitosis fisiológica (factores orales no asociados con patologías)

- Aliento matutino. Durante el sueño el flujo salival disminuye, esto facilita el crecimiento incontrolado de bacterias que producen gases malolientes

- Edad: la calidad del aliento cambia con la edad. El aliento en ancianos suele ser más intenso y desagradable.

- Saliva: la xerostomía o boca seca, tras largas conversaciones, por efecto secundario de medicación o por respiración nasal, también contribuyen al mal olor.

- Tabaco: crea un aliento característico, En ocasiones, es usado para enmascarar una halitosis. También se observa aliento de fumador en los fumadores pasivos.

- Hambre: el ayuno puede ser causa de halitosis. Los pacientes que se saltan una comida o que realizan una dieta hipocalórica tienen mayor nivel de halitosis.

- Comida: ciertos metabolitos procedentes de la ingesta pueden absorberse a nivel gastrointestinal, pasan a la circulación, se metabolizan en mucosa intestinal e hígado y se expulsan por los pulmones como en el caso de la cebolla, el ajo, el alcohol.

  1. Halitosis Patológica

Causas Orales:

- Higiene oral deficiente: cualquier lugar que exista acumulación microbiana puede ser origen de halitosis como la lengua, espacios interdentales, área subgingival, abscesos. La lengua es la localización predilecta por las bacterias.

- Reconstrucciones dentales deterioradas (puentes, dentaduras postizas, materiales protésicos)

- Enfermedad periodontal y gingivitis, son las causa más frecuente, el proceso inflamatorio y la hemorragia acentúan el mal aliento.

- Causas ulcerativas: úlceras traumáticas o aftosas, infecciosas.

- Candidiasis oral: suele suceder por uso crónico de antibióticos, corticoides inhalados.

- Faringe: infecciones víricas, bacterianas, o fúngicas.

- Amigdalitis aguda

- Fármacos

Causas Extraorales:

- Nasales: si el olor sale por la nariz, puede ser indicativo de infecciones como sinusitis, secreciones mucosas, presencia de cuerpos extraños en las fosas nasales (típico en niños y pacientes con retraso mental) huesos, frutos secos, piezas de juguetes, etc. que inducen una respuesta inflamatoria y sobreinfectarse con facilidad.

- Enfermedades digestivas

- Enfermedades respiratorias: infección pulmonar o bronquial

- Enfermedades sistémicas. Diabetes mal controlada, insuficiencia renal, enfermedades autoinmunes, etc.

Tratamiento:

Primero deben corregirse todas las patologías orales presentes: caries abiertas, prótesis fijas y obturaciones sobrecontorneadas, gingivitis (limpieza y pulido dental profesional) y periodontitis mediante raspado y alisado radicular.

Consejos contra la halitosis

Cuida tu higiene bucal, a través de un cepillado dental correcto y una óptima limpieza de los espacios interproximales; sin olvidar la importancia de la limpieza de la lengua.

Bebe mucha agua, especialmente entre comidas para evitar la sequedad bucal que favorece la aparición de halitosis

Controla el consumo de tabaco, café y alcohol

Reduce el consumo de alimentos como el ajo, la cebolla, las especias…

Mal aliento en los niños

La halitosis es un problema que también puede darse en la población infantil. En ocasiones se puede producir por una falta de higiene bucal pero en otras ocasiones puede ser el aviso de un trastorno orgánico.

Las causas del mal aliento en niños pueden originarse en diferentes órganos o aparatos como la cavidad oral, la faringe, el sistema respiratorio y el aparato digestivo, o de alguna enfermedad sistémica, es decir, que afecta varios órganos a la vez.

Asimismo, puede ser un signo transitorio en la evolución de alguna afección infecciosa aguda como son las estomatitis, gingivitis, faringoamigdalitis, rinitis, sinusitis o bien persistir durante un largo periodo acompañando a afecciones crónicas no diagnosticadas.

Recomendaciones:

  • Si el niño está sano, descartar la posibilidad de algún cuerpo extraño en las fosas nasales. Si comprobamos su existencia, no intentar extraerlo, sino acudir a un médico.
  • Conseguir que el cepillado dental sea un hábito diario. Acostúmbrale a que no se debe comer una vez finalizado el cepillado.
  • Hacer una visita al dentista para descartar enfermedad de las piezas dentales.
  • Si el examen odontológico descarta alteraciones bucales, acudir a la consulta del pediatra, para un adecuado diagnóstico y aplicar el tratamiento más apropiado.
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PERIODONTITIS

La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad crónica e irreversible que puede cursar con una gingivitis inicial, para luego proseguir con una retracción gingival y pérdida de hueso hasta, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo. De etiología bacteriana que afecta al periodonto,se da mayormente en adultos de la tercera edad; el tejido de sostén de los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento radicular y el ligamento periodontal. Diagnóstico Tiene efectos como caries, mal aliento, dolor al masticar y sangrados abundantes y no se contagia por dar un beso, por beber del mismo vaso o por medio de la saliva. Al principio puede manifestarse por una ligera inflamación gingival, con sangrado discreto de las encías al cepillarse los dientes y un cierto grado de tumefacción y enrojecimiento de las encías. Su diagnóstico precoz contribuye a un mejor pronóstico ya que es condición necesaria para frenar su evolución cuanto antes. Signo principal es la formación de una bolsa periodontal por pérdida de inserción, y la forma de medir es por medio de la sonda periodontal. Este procedimiento de periodotología se llama sondaje periodontal y con él los dentistas obtienen la profundidad de sondaje que sirve para medir la afectación que la enfermedad periodontal y la destrucción de hueso que esta ha provocado. Los valores obtenidos con el sondaje de diagnostico periodontal servirán de referencia en los mantenimientos periodontales que se deberán realizar cada 6 meses por el periodoncista.Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la periodontitis. Por otra parte el hábito de fumar o usar productos de tabaco puede disminuir el efecto de algunos tratamientos, además de enmascarar la enfermedad ya que disminuye el sangrado. Además de la placa bacteriana, existen otros factores locales y sistémicos que modifican la respuesta del huésped ante la invasión bacteriana, facilitando o por el contrario retardando el proceso infeccioso, por ejemplo tabaquismo, diabetes mellitus, déficits de neutrófilos (Síndrome de Down, de Papillon-Lefèvre o de Marfan), etc. Sin embargo, es de vital importancia comprender que la única forma de evitar su aparición es manteniendo una adecuada higiene oral y visitas periódicas al odontólogo. La enfermedad en su forma agresiva (periodontitis agresiva) puede aparecer en edades tempranas, evolucionando de manera rápida, lo que provoca la pérdida de piezas dentales en personas jóvenes. Periodontitis simple Es la forma más prevalente. Se hace clínicamente significativa sobre los treinta años de edad y suele estar precedida de una gingivitis. La pérdida de soporte se produce en los periodos activos de la enfermedad. Sin embargo, la presencia de Porphyromonas gingivalis indica una alta probabilidad de periodontitis activa. Periodontitis agravada por factores sistémicos Enfermedades como la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison, la enfermedad de Crohn, enfermedades hematológicas o el sida provocan una progresión más rápida de la periodontitis, con diferentes manifestaciones clínicas. Periodontitis agresiva (de inicio precoz) Aparece a los veinte años de edad o antes. Supone, aproximadamente, entre un 10 y un 15% de todas las periodontitis. Periodontitis agresiva localizada Afecta principalmente a los primeros molares e incisivos, probablemente porque ya están erupcionados al iniciarse la enfermedad. Puede progresar a la forma generalizada o, posteriormente, a la periodontitis de evolución rápida. Tanto la forma localizada como la generalizada tienen la misma etiología, pero su presentación depende de la efectividad de la respuesta defensiva del huésped. Existen una serie de factores asociados que son: el déficit en la quimiotaxis de los leucocitos, el número reducido de quimiorreceptores superficiales y la cantidad anormal de glicoproteínas en la superficie de los neutrófilos. Periodontitis de inicio precoz generalizada Puede generarse desde una forma localizada o debutar así. Se distingue de la periodontitis de evolución rápida en función del tiempo de inicio de la enfermedad. Sin embargo, la edad no puede precisarse, pues el tiempo del diagnóstico no coincide con el inicio de la enfermedad. Se relaciona con la presencia de una serie de bacterias como son Actynomices actinomycetem comitans o la Porfiromona gingivalis. Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Consecuencias colaterales Se ha observado que las bacterias presentes en este tipo de infecciones migran desde la boca hasta la circulación sanguínea, lo que produce un daño directo en el endotelio (componente principal de la pared arterial) con la consecuente formación de ateromas (engrosamiento de la pared arterial debido al depósito de colesterol) y trombos. Incluso, en pacientes fallecidos, se han realizado biopsias de ateromas, y se han encontrado bacterias periodontales, patógenos propios de las encías.