"Este tipo de implante es la solución para remediar el problema que aparece cuando la persona pierde los dientes y el hueso que lo rodea", explica a Europa Press el director médico de la Clínica Aparicio de Grupo Plénido, el doctor Carlos Aparicio.
Antes de que apareciese esta técnica, el paciente que había perdido sus dientes y el hueso que los sostiene tenía que someterse a un proceso que comenzaba con la extracción de una muestra de hueso en otra parte del cuerpo, por ejemplo de la cadera o rodilla. Tras ello, se utilizaba como injerto en la boca, que "se colocaba con anestesia general", indica este experto.
Este proceso precisaba de un "tiempo de espera" para comprobar si "el hueso prendía o no" y, en el caso de que la respuesta fuese afirmativa, en unos dos meses se colocaba la dentadura. Aparicio asegura que este procedimiento podía durar "un año largo".
Las técnicas convencionales hacían que "el paciente estuviese sin dientes" el tiempo en el que el hueso estaba prendiendo en la boca --unas 6 y 8 semanas-- lo que, a juicio de este experto, lo convertía en un "invalido oral". La novedad radica en que, en vez de anclar la dentadura "en el hueso que queda" se hace en el "arco cigomático".
Este experto señala también al paciente que tiene una enfermedad periodontal, en el que "el diente está intacto pero el hueso se va encogiendo" hasta que, al final, "los dientes se caen" una vez que se pierde el hueso. Existe también el supuesto de un paciente al que se le ha colocado implantes que, "por alguna razón ha fracasado" y, por ello, también pierde hueso maxilar.
Con todo, Aparicio considera que esta técnica es eficaz a la hora de "resolver esta situación" que tiene repercusiones en la vida del que la padece, como dificultades en la manera de relacionarse con la sociedad o problemas funcionales, como comer o reir. "Tiene un agravante psicológico que el resto de la sociedad no percibe y no sabe", insiste.
La obra recoge los orígenes y el posterior refinamiento de esta técnica, además de una relación de casos prácticos reales en los que este tipo de implantes han solucionado la situación de estas personas.
Los beneficios de la venta de este libro serán destinados a la Fundación Vicente Ferrer. Su presidenta, Anna Ferrer, asegura que, gracias a esta colaboración "se han podido atender sanitariamente a cientos de niños en la unidad de Neonatología del Hospital de Bathadapali (India) y se han construido casas a muchas familias que vivían en cabañas".
(EuropaPress)