Un implante dental debe tener un precisión 'milimétrica' para ajustarse como un guante, bueno como un diente, a la encía. Milimétrica es poco, debe ser una precisión nanométrica. El fallo más pequeño, sólo visible para el ojo humano a través de un microscopio lo hará inservible, no encajará a la hora de morder y provocará el rechazo.
El nanómetro es la millonésima parte de un metro, pero uno arriba o abajo implicará que funcionen o no los componentes de un dispositivo eléctrico, o que falle la precisión de un sistema quirúrgico.
Una desviación nanométrica hará que una aguja hipoalergénica tenga un mal ángulo de corte y penetre con mayor dificultad en la vena. O que varíe la velocidad de respuesta de un airbag en el caso de choque. La medida debe ser precisa, y no dejar lugar a fallos. Y para ello, es fundamental poder llegar a todas las partes de la pieza.
¿Cómo conseguirlo si esa pieza que queremos medir no supera la millonésima parte de un metro? Una nueva máquina de medición por coordenadas de resolución nanométrica en tres dimensiones, en cuyo diseño, fabricación y puesta en marcha participa la Asociación Innovalia, lo consigue.
Oscar Lázaro, de Innovalia
Tres empresas integradas en Innovalia participan en las partes fundamentales del proyecto que es de ámbito europeo y que se denomina NanoCMM: Trimek, que diseña y fabrica la máquina, Datapixel, que crea un sensor óptico para medir componentes nanométricos y Unimetrik, que es la encargada de llevar a cabo el proceso de la calibración para poder utilizar diferentes sensores a la hora de hacer mediciones.
La tecnología de la nueva maquinaria se basa esencialmente en un sistema híbrido, es decir, en la combinación de la técnica de medición clásica, «por palpado» y la utilización del Optiscan, un sensor óptico de láser sin contacto de alta precisión y velocidad.
Así se pueden llegar a todas las partes de la pieza y evitar errores. Un palpador es un dispositivo de contacto que forma parte de un instrumento de medición y que consiste en una bola de precisión que se monta en un mango y está conectado a una unidad de control.
La medición tradicional a través de este instrumento obliga a la medida de todos los puntos para obtener la información necesaria. Como medirlos todos es algo prácticamente imposible, las empresas eligen sólo unos puntos de referencia.
Con el nuevo sistema NanoCMM desarrollado por Innovalia "se combina la técnica de medición clásica por palpado con Optiscan. Con este método se consigue más rapidez y fiabilidad a la hora de hacer una medición tridimensional. Mediante el sistema de palpado se obtienen aquellos puntos de acceso complicado y con Optiscan, mediante un barrido, se hace una lectura general de la pieza, que aporta la medición de la totalidad de sus puntos", señala Oscar Lázaro, director general de la Asociación Innovalia.
Con el sistema híbrido Innovalia asegura que las empresas ahorrarán tiempo y costes en la medición tridimensional y ganarán en fiabilidad en todos sus procesos. En definitiva, producción de componentes diminutos y desarrollo de nanotecnología de forma más fácil y estable.
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