Si no puedes cepillarte los dientes después de comer, enjuaga tu boca con agua o enjuague bucal
Consumir azúcar es una de las causas principales que provocan las caries dentales. Pero no se trata de cuánto azúcar consumas sino que además influye el cuándo y cómo lo consumes.
Cuando se consumen comidas azucaradas o se beben refrescos frecuentemente durante el transcurso del día, el esmalte que protege a los dientes está siendo expuesto a los elementos ácidos de los productos consumidos. Los caramelos duros (paletas y dulces) remedios dulces para aliviar la tos o el dolor de garganta (pastillas, mentas y jarabes), todo esto es muy peligroso para los dientes porque se disuelven lentamente. Por lo cual expertos aconsejan que se consuman estos productos en intervalos de tres horas.
Con los alimentos demasiado dulces o que contengan almidón que normalmente se consumen como parte de una comida completa, sus consecuencias son menos peligrosas para la dentadura. Esto se debe a que la producción de saliva “la cual elimina el azúcar y las bacterias” se incrementa con la alimentación balanceada. Por ejemplo comer alimentos azucarados antes de ir a dormir provoca mayor daño, (especialmente si uno no se cepillas los dientes inmediatamente después de haber consumido el dulce) porque uno no produce la misma cantidad de saliva cuando se está dormido.
Para la mayoría de las personas es difícil dejar de consumir dulces. Por lo cual la siguiente lista podría ayudarte a provocar el menor daño a tus dientes.
• Come los carbohidratos (azúcares y almidones) como parte de una comida.
• Si no puedes cepillarte los dientes después de comer, enjuaga tu boca con agua o enjuague bucal, o mastica chicle sin azúcar.
• No comas alimentos azucarados entre comidas.
• Si meriendas o comes entre comidas, intenta elegir alimentos que no contengan azúcar como el queso, las palomitas de maíz, los vegetales crudos o el yogurt.
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