El origen de la halitosis en el 90 por ciento de los casos se encuentra en la boca, el 70 por ciento por el denominado cubrimiento lingual (bacterias en la parte posterior de la lengua) y el resto por enfermedades en las encías o periodontales.
Apenas un 8 por ciento de los casos se debe a una causa extrabucal y en el 2 por ciento de los pacientes su mal aliento es psicológico, pues tienen la sensación de tener halitosis, pero en realidad no la padecen, indicó la organización en un comunicado.
DIFÍCIL DETECCIÓN
"Uno de los problemas del mal aliento es su difícil detección por parte de la persona que la sufre, que apenas puede recurrir a una persona de confianza o a chuparse el antebrazo y esperar que la saliva se evapore, pero tampoco es un método de confianza", agregó Roldán, que recomendó acudir al especialista.
En cualquier caso, una medida fundamental es no olvidar lavarse la lengua durante el cepillado bucal, pues es "la gran olvidada", y hacer gárgaras con colutorios.
El origen de las bacterias causantes de la halitosis es variado, desde el metabolismo de las proteínas, hasta la mucosidad de la faringe o la propia saliva.
Como quiera que sea, las investigaciones apuntan a los prebióticos como nuevo método para combatir la halitosis, así como los antibióticos matan a las bacterias, en este caso se suministrará al paciente bacterias vivas no virulentas que sustituirán a las causantes del mal olor por otras más beneficiosas.
"Se encuentran en investigación y las perspectivas son muy buenas" y, según estimó la especialista, se suministrarán en pastillas, aunque no descartó la aparición de productos de diversa índole, como los lácteos, que contengan estos nuevos probióticos, pero en vez de para el intestino, para combatir el mal aliento.
(EUROPA PRESS)
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