El odontólogo ilicitano Ambrosio Bermejo acaba de publicar su último libro sobre patologías bucales, una obra en la que ahonda en la problemática del bruxismo que es cada vez más frecuente entre los adultos y los niños. Esta satisfacción se une a la de haber sido nombrado Dentista del Año.
MARÍA JESÚS MORA El bruxismo o, como define la Real Academia de la Lengua, el rechinamiento de dientes involuntario que se produce durante el sueño, es una de las cuestiones que centran buena parte de la última publicación del odontólogo ilicitano Ambrosio Bermejo y en la que también aborda cuestiones relacionadas con las artropatías temporomandibulares, es decir, las enfermedades relacionadas con la mandíbula y sus articulaciones. "Rechinar los dientes es algo muy común y, de hecho, se produce en el 50 por ciento de los adultos". Bermejo asegura en su publicación, de modo muy gráfico y comprensible, que en el tema del bruxismo incide de forma determinante la genética, "algo sobre lo que poco podemos hacer. Pero al nerviosismo y a la actividad consustancial a una persona se unen el estrés, las alteraciones del sueño, la ingesta de cocaína, algunos antidepresivos o las enfermedades del sistema nervioso central que también pueden provocar el rechinamiento de los dientes y ahí sí podemos incidir. Fundamentalmente podemos actuar en todo en lo relacionado con el estrés, algo de lo que hoy en día vamos más que sobrados".El prestigioso odontólogo ilicitano, que en diciembre recibirá formalmente el premio Dentista del Año 2008 que le han concedido los 26.000 colegiados españoles como reconocimiento a su carrera y a su aportación en cuestiones científicas y de conocimiento relacionadas con las enfermedades bucales y la mandíbula, asegura que el rechinar de los dientes es una manera de liberar estrés y "por ello es preciso canalizar esta energía a través de la meditación, la relajación y el ejercicio físico".
Problemas de dientes desgastados, aceleración de la piorrea, dolores musculares o artropatías por enfermedad de las articulaciones son las consecuencias más frecuentes de una patología que va en aumento, que tiene su mayor tasa de prevalencia en personas entre los 20 y los 50 años y que cada vez es más frecuente entre los niños "porque la situación del entorno no invita a la relación". De hecho, en uno de los epígrafes del tercer volumen de los "Desórdenes temporomandibulares", Bermejo presenta una imagen de una niña dormida en la que destaca la ausencia de bruxismo a tenor de la separación de los labios, la relajación de la mandíbula, la separación de los dientes y la colocación de la lengua ligeramente apoyada en el paladar.
Respecto a la salud bucal de la población, el doctor Bermejo reconoce que existe una preocupación creciente por el cuidado de la boca y que las caries están decreciendo de manera importante sobre la población infantil, "aunque sólo el 30% de los españoles realiza revisiones dentales periódicas a pesar de que hablamos, comemos y besamos con la boca, un elemento básico en la fisonomía y un soporte estético que es muy importante desde el punto de vista social".
El profesor Ambrosio Bermejo alerta de que una mala salud oral puede desencadenar graves enfermedades como la neumonía, los partos prematuros, la diabetes, las embolias, los infartos y el cáncer. "El cuidado de las enfermedades bucales no deben reducirse sólo a una cuestión estética, sino que en la boca hay focos de infección que pueden tener efectos nefastos. Además, (explica con una elocuente interjección) es muy fácil controlar la boca, ya que ésta que se puede ver fácilmente en el espejo y lo que deberíamos aprender es a autoexploración de vez en cuando para detectar heridas, bultos o cualquier cosa extraña que pueda alertarnos y que nos permita prevenir males mayores".
El estilo de vida saludable (hábitos no tóxicos, alimentación sana, vigilia adecuada, ejercicio físico y relajación), la higiene dental y bucal oportuna y las revisiones periódicas a manos de los profesionales de la Estomatología son los tres ejes fundamentales que pueden garantizar la prevención de las enfermedades de la boca "y sin duda, una boca sana aporta unos besos más dulces", confiesa en tono de broma este reconocido experto en patología bucal.
Ambrosio Bermejo asegura que la "dejadez" de la población en cuanto a mantener un adecuado control de la salud dental y bucal obedece a una razón cultural. "Casi todos los males de la humanidad se deben a la ignorancia y ésta está directamente relacionada con la cultura"
http://www.diarioinformacion.com/medicina-salud/2009/10/03/investigacion-bruxismo-efectos-demoledores-estres/937184.html
0 comentarios:
Publicar un comentario