Este órgano móvil también se limpia. En esa parte de la boca se acumulan bacterias que pueden originar mal aliento y favorecer las caries y problemas en las encías. Claves para higienizarla.
Este húmedo, escurridizo e inquieto órgano flexible y cónico, no sólo resulta fundamental para hablar, besar, comer y efectuar infinidad de actividades cotidianas, como la masticación y la deglución, sin olvidar que es ¿la sede¿ del sentido del gusto.
Además, la lengua es importante para mantener sana la dentadura, aunque la mayoría de la gente olvide, desconozca o directamente deje de lado este asunto.
De la limpieza lingual, realizada como rutina diaria y mediante un suave cepillado, depende en buena parte que se mantenga una correcta higiene buco-dental y se eviten enfermedades en esa zona del cuerpo, una de las más expuestas a la acción de los gérmenes, debido tanto a su particular ¿ambiente interno¿, como a la continua ingestión de los alimentos.
Siempre se recomienda una completa higiene dental después de cada comida, pero en la mayoría de los casos, la limpieza se limita a las piezas dentales.
Sin embargo, a menudo se olvida aconsejar la limpieza del que es uno de los músculos más poderosos del cuerpo, si se tiene en cuenta la relación entre sus dimensiones y su considerable fuerza.
En la lengua se acumulan gran cantidad de bacterias que si no se eliminan pueden originar mal aliento e incluso pueden establecerse en la zona de los dientes originando la aparición de caries y problemas periodontales en las encías.
¿Debemos recordar que la lengua es la principal fuente de bacterias que producen la enfermedad periodontal, una dolencia que afecta a las encías y a la estructura de soporte de los dientes, y que puede acarrear su pérdida si no se trata a tiempo¿, señala la doctora Olga Prieto, de la clínica Vital Dent.
¿Debido a ello -aconseja- mantenerla limpia no es algo que haya que hacer tan solo por motivos de estética o para evitar el mal aliento, sino también por razones de salud, ya que con una correcta higiene de la lengua disminuiremos el índice de bacterias que provoca la enfermedad de las encías.
Para evitarlo, la odontóloga recomienda incluir la limpieza lingual dentro de nuestros hábitos de higiene dental.
Para mantener una correcta higiene también en la lengua, se puede limpiar frotándola con suavidad hacia delante usando el cepillo de dientes, sin olvidarnos de las zonas posteriores donde más se acumulan las bacterias, o bien utilizando herramientas específicas como un limpiador lingual.
¿Hay que limpiar la lengua de manera correcta, es decir, firmemente, pero sin lastimar las papilas para no producto inflamaciones en la superficie¿, asegura la doctora Prieto.
Según la dentista una lengua sana tiene un color rosado y no debe estar cubierta por ninguna capa bacteriana. Si pierde este color será síntoma de padecer algún trastorno.
Se calcula que más de 300 especies de microorganismos distintos están habitualmente en nuestra cavidad oral. Asimismo, la parte posterior o dorsal de la lengua es una de las principales zonas bucales donde se depositan más estas bacterias.
Debido a su estructura papilar, a los surcos que tiene y a que permanece en contacto con la cavidad bucal, la faringe y las secreciones de la nariz, la lengua favorece la aparición de gérmenes de microorganismos, residuos orales y nutrientes.
La acumulación de estos microorganismos en la lengua puede provocar mal aliento, conocido como halitosis. La mitad de los adultos presentan este problema y el 90 por ciento de estos casos es por motivos de una incorrecta higiene oral, principalmente de la zona lingual.
¿Si la lengua se infecta -prosigue Prieto- no sólo afecta al sentido del gusto, sino que puede provocar infecciones en la boca y la garganta. En cambio, limpiar todos los días la lengua ayuda a agudizar el sentido del gusto¿.
Además, el cepillado de la lengua puede suprimir la coloración provocada por el tabaco, el consumo de antibióticos o por la ingesta de ciertos alimentos y bebidas.
Además del cepillo de dientes, existe actualmente una amplia gama de utensilios específicos para limpiar la lengua: desde raspadores, rastrillos hasta instrumentos de forma circular para raspar la superficie.
¿Por ello, no hay excusas válidas para descuidar un aspecto tan importante para la salud bucal y general, y que a la vez tan sencillo de resolver¿, reflexiona la odontóloga.
Fuente: http://www.pe.terra.com/salud/interna/0,,OI4210679-EI5479,00.html
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