Una vez terminado el tratamiento de canal puede surgir una pregunta ¿Podría continuar doliendo el diente? La respuesta es sencilla: si el tratamiento se hace correctamente suele haber dolor en los primeros días (dos a cinco con tendencia a disminuir) debido a la instrumentación dentro del diente, los químicos que se usan para limpiar y desinfectar el canal y el cemento que debe acompañar al principal material sellador. El diente se encuentra en un proceso de desinflamación.
Puede doler si el cemento con el que se realiza el sellado dentro del diente (que tiene características de desinfección) se proyecta y queda fuera de la raíz. Aunque se ha demostrado que es muy tolerable y con el tiempo se reabsorbe.
Excepcionalmente hay dolores intensos cuando el procedimiento tiene errores tales como: instrumentación deficiente, cuando se deja mucho tejido inflamado o infectado; sobrepasar accidental el instrumento con el que se trabaja dentro del canal, irrigación descontrolada del desinfectante al proyectarse al hueso, canales no instrumentados, rellenos altos aunque sean provisionales, y más.
Si puede existir dolor como lo muestran estudios que lo confirman (Universidad de Loma Linda California), que el dolor tanto pre como postoperatorio puede ser afectado por alergias del tipo I, como a las observadas al comer mariscos, alergias al polvo, polen; toma de medicinas como la sulfa, penicilina u otro químico; dolores de cabeza frecuentes; cambios hormonales; estrés prolongado, entre otros. Así será la respuesta dolorosa durante y después del tratamiento.
Dicho de otra forma habrá más respuesta dolorosa si alguno de estos factores están presentes y poco o nada si no existen
El nivel de respuesta dolorosa depende de muchos factores que afectan y además de la resistencia y tolerancia al dolor de cada paciente, conocido como umbral de dolor y consiste en la reacción desagradable que ocasiona un estímulo físico (masticación), química (ácido), térmico (calor o frío) u otro género. Se dice que un umbral bajo es cuando se provoca dolor con poco estímulo y alto cuando tiene que aplicarse mucho estímulo.
En manos experimentadas, de un especialista (endodoncista), estas reacciones son al mínimo y las ya hechas por falta de experiencia pueden y deben ser corregidas. Y todo tratamiento de canal debe colocarse una restauración definitiva (corona o “relleno”), de lo contrario también se pueden filtrar bacterias.
Un buen tratamiento de canales, reconstruido y cuidado por el paciente dura muchos años, al ser las cifras más comunes entre 15 y 30 años.
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