Un 15% de la población padece odontofobia, nuevos tratamientos prometen acabar con este pánico

Es la tercera vez en lo que va de mes que Julia, de 41 años, anula su cita con el dentista; y no precisamente porque le haya dejado de molestar una de las muelas del juicio. Tampoco han intervenido en ello la actuación escolar de su hijo pequeño, el viaje de trabajo imprevisto o la gripe. Son las tres excusas, aunque nadie le preguntó, que se apresuró a soltar para lavar su conciencia.

Imagen de El Mundo España

Lo que tiene Julia es miedo, mucho miedo. Le horroriza, le espanta, le atormenta la idea de sentarse en el sillón y abrir la boca. No es un tópico.

La odontofobia existe. Lo refrenda la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), que asevera que el trastorno afecta a más del 15% de la población. Y lo peor, el resto siente algún tipo de malestar, ansiedad o miedo cada vez que tiene que acudir a este especialista. Una visita que, además, debería ser de obligado cumplimiento cada seis meses, como recomienda la Academia Americana de Odontología.

Julia hace años que se las salta. El simple olor característico de la consulta, la espera tumbada en el sillón, el ruido del torno... Le ponen, literalmente, de los nervios. "Es superior a mis fuerzas. Una vez allí, siento pánico, tiemblo, sudo", relata.

Lo que ella desconoce es que las consultas están dando un giro copernicano. Fuera olores desagradables. Ahora cuentan con DVD para distraerse, música relajante, sin hombres y mujeres de batas blancas y con nuevas técnicas que impiden sentir la más mínima molestia. Hasta científicos británicos acaban de desarrollar un sistema que silencia el torno. Y aún hay más.

En EEUU y algunos países sudamericanos proliferan las llamadas 'clínicas dentales spa'. En ellas, todo invita a la relajación, a espantar el miedo. Aromaterapia, masajes en los pies mientras el dentista trabaja con los dientes del paciente y en algunas se llega a ofrecer acupuntura antes del tratamiento.

Mike Gow, nombrado mejor dentista joven británico en 2008, trabaja actualmente en la Clínica Berkeley (Londres). Como miembro del Centro del Miedo Dental y de la recién creada Sociedad Internacional para el Manejo de la Ansiedad Dental (ISDAM, sus siglas en inglés), aclara a ELMUNDO.es que "los odontofóbicos, en su mayoría, temen las agujas, la perforación y la extracción del diente.

Hay muchos motivos por los que se aborrece ir al dentista, pero se trata de una cuestión muy personal. Sin embargo, a menudo, los afectados siguen patrones similares. La razón más común es una mala experiencia anterior, por lo general en la infancia. Esto contribuye a sentir ausencia de control, malestar y dolor".

Por eso, los niños son ahora sus mejores clientes. Carlos García Álvarez, presidente de la Asociación Profesional de Dentistas y autor de '¡Horror... tengo que ir al dentista!', lo explica. "La odontología es una especialidad que ha cambiado mucho en los últimos años, de ahí que los más jóvenes se hayan convertido en nuestros pacientes sobresalientes. Raro es el pequeño que ha pasado por una situación desagradable.

El olor clásico de las consultas ha ido desapareciendo porque muchos de los productos que lo causaban ya no se utilizan. Hay nuevas agujas más finas y pequeñas para introducir la anestesia y los tratamientos son más eficaces". Se añade, además, la posibilidad de que los pacientes que más pánico tienen reciban sedación aunque estén conscientes.

Nuevas tecnologías

"Yo utilizo el 'botón dental'. Es un dispositivo que, literalmente, devuelve el control de nuevo al paciente. Se trata de un sistema que permite apretar un botón y parar el torno", explica el odontológo Mike Gow.

Reconoce, también, que emplea otros sistemas como el Wand, que permite la liberación automatizada de anestesia local, o el llamado 'b-calma'. "Esta última técnica utiliza una compleja mezcla de patrones de frecuencia diseñado específicamente para enmascarar los sonidos en el ambiente odontológico. El paciente sólo tiene que emplear unos cascos", agrega. Precisamente, esta semana, un grupo de compatriotas suyo, investigadores del King's College y las universidades de London South Bank y Brunelhan (todos en Londres), ha anunciado el desarrollo de un innovador dispositivo capaz de anular el ruido que hacen las turbinas dentales.

Bajo anestesia

Y si, con todo, nada frena su fobia, sepa que Michael Leu, pionero en Europa en el tratamiento a pacientes con odontofobia, trabajará con usted completamente dormido. Gentle Dental Office (GDO, como se denomina su grupo) es impulsor de la primera sala de operaciones con anestesia general en un consultorio dental.

Thierry Linierés, su delegado para España y Francia, afirma que el tratamiento se basa en "en tres citas. La primera es de diagnóstico y planificación de tratamiento, en la segunda se trata al paciente con anestesia general y entubado y, en la última, se finaliza la terapia y se facilita asesoramiento.

Fuente: El Mundo España

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PERIODONTITIS

La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad crónica e irreversible que puede cursar con una gingivitis inicial, para luego proseguir con una retracción gingival y pérdida de hueso hasta, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo. De etiología bacteriana que afecta al periodonto,se da mayormente en adultos de la tercera edad; el tejido de sostén de los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento radicular y el ligamento periodontal. Diagnóstico Tiene efectos como caries, mal aliento, dolor al masticar y sangrados abundantes y no se contagia por dar un beso, por beber del mismo vaso o por medio de la saliva. Al principio puede manifestarse por una ligera inflamación gingival, con sangrado discreto de las encías al cepillarse los dientes y un cierto grado de tumefacción y enrojecimiento de las encías. Su diagnóstico precoz contribuye a un mejor pronóstico ya que es condición necesaria para frenar su evolución cuanto antes. Signo principal es la formación de una bolsa periodontal por pérdida de inserción, y la forma de medir es por medio de la sonda periodontal. Este procedimiento de periodotología se llama sondaje periodontal y con él los dentistas obtienen la profundidad de sondaje que sirve para medir la afectación que la enfermedad periodontal y la destrucción de hueso que esta ha provocado. Los valores obtenidos con el sondaje de diagnostico periodontal servirán de referencia en los mantenimientos periodontales que se deberán realizar cada 6 meses por el periodoncista.Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la periodontitis. Por otra parte el hábito de fumar o usar productos de tabaco puede disminuir el efecto de algunos tratamientos, además de enmascarar la enfermedad ya que disminuye el sangrado. Además de la placa bacteriana, existen otros factores locales y sistémicos que modifican la respuesta del huésped ante la invasión bacteriana, facilitando o por el contrario retardando el proceso infeccioso, por ejemplo tabaquismo, diabetes mellitus, déficits de neutrófilos (Síndrome de Down, de Papillon-Lefèvre o de Marfan), etc. Sin embargo, es de vital importancia comprender que la única forma de evitar su aparición es manteniendo una adecuada higiene oral y visitas periódicas al odontólogo. La enfermedad en su forma agresiva (periodontitis agresiva) puede aparecer en edades tempranas, evolucionando de manera rápida, lo que provoca la pérdida de piezas dentales en personas jóvenes. Periodontitis simple Es la forma más prevalente. Se hace clínicamente significativa sobre los treinta años de edad y suele estar precedida de una gingivitis. La pérdida de soporte se produce en los periodos activos de la enfermedad. Sin embargo, la presencia de Porphyromonas gingivalis indica una alta probabilidad de periodontitis activa. Periodontitis agravada por factores sistémicos Enfermedades como la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison, la enfermedad de Crohn, enfermedades hematológicas o el sida provocan una progresión más rápida de la periodontitis, con diferentes manifestaciones clínicas. Periodontitis agresiva (de inicio precoz) Aparece a los veinte años de edad o antes. Supone, aproximadamente, entre un 10 y un 15% de todas las periodontitis. Periodontitis agresiva localizada Afecta principalmente a los primeros molares e incisivos, probablemente porque ya están erupcionados al iniciarse la enfermedad. Puede progresar a la forma generalizada o, posteriormente, a la periodontitis de evolución rápida. Tanto la forma localizada como la generalizada tienen la misma etiología, pero su presentación depende de la efectividad de la respuesta defensiva del huésped. Existen una serie de factores asociados que son: el déficit en la quimiotaxis de los leucocitos, el número reducido de quimiorreceptores superficiales y la cantidad anormal de glicoproteínas en la superficie de los neutrófilos. Periodontitis de inicio precoz generalizada Puede generarse desde una forma localizada o debutar así. Se distingue de la periodontitis de evolución rápida en función del tiempo de inicio de la enfermedad. Sin embargo, la edad no puede precisarse, pues el tiempo del diagnóstico no coincide con el inicio de la enfermedad. Se relaciona con la presencia de una serie de bacterias como son Actynomices actinomycetem comitans o la Porfiromona gingivalis. Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Consecuencias colaterales Se ha observado que las bacterias presentes en este tipo de infecciones migran desde la boca hasta la circulación sanguínea, lo que produce un daño directo en el endotelio (componente principal de la pared arterial) con la consecuente formación de ateromas (engrosamiento de la pared arterial debido al depósito de colesterol) y trombos. Incluso, en pacientes fallecidos, se han realizado biopsias de ateromas, y se han encontrado bacterias periodontales, patógenos propios de las encías.

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