En nuestro país se usan 324 plantas para el tratamiento de afecciones bucales, como caries, dolor de muelas y enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis),, las cuales son un problema de salud pública.
"Desde tiempos prehispánicos, algunas especies del género Oxalis, que son plantas de cuatro pétalos, primas del trébol, se usan como remedio para distintas afecciones de la boca: O. cf. albicans contra las aftas; O. latifolia y O. vallicola para la estomatitis; y O. tetraphylla para estimular la secreción de la saliva", dice Manuel Jiménez-Estrada, investigador del Departamento de Productos Naturales del Instituto de Química de la UNAM.
La mayoría de las enfermedades bucales es causada por bacterias anaeróbicas que requieren ambientes especiales como la boca: las caries, principalmente por Streptococcus mutans y Lactobacillus spp; y las enfermedades periodontales, por Aggregatibacter actinomycetecomitans, por mencionar sólo dos casos.
Debido a la recurrencia de las enfermedades bucales por bacterias en México y a la necesidad de tener alternativas para curarlas, Jiménez-Estrada, en colaboración con las doctoras Rosario Ruiz de Esparza y Gloria Gutiérrez, de la Facultad de Odontología, diseñaron el proyecto "Plantas mexicanas con actividad contra bacterias causantes de afecciones bucales".
De uso tradicional
Previo estudio etnobotánico y de uso consuetudinario medicinal, los investigadores universitarios probaron la capacidad antimicrobiana de las plantas Oxalis corniculata, que recolectaron en la zona del Pedregal de Ciudad Universitaria, y Piqueria trinervia, que obtuvieron en la serranía del Ajusco, en la ciudad de México.
De las partes aéreas de estas plantas se obtuvieron extractos orgánicos. Los de Oxalis corniculata se probaron contra Actinobacillus actinomycetecomitans serotipos "a" y "b", Streptococcus mutans y Lactobaciluus spp, y resultó activo el extracto E-1, que fue extraído con hexano o éter de petróleo.
De Piqueria trinervia, el extracto CH2Cl2 fue activo contra cuatro cepas: Actinobacillus actinomycetecomitans serotipos "a" y "b", así como contra Streptococcus mutans y Lactobacillus ssp. En esta primera fase in vitro se demostró que esas plantas inhiben el crecimiento de dichas bacterias y, por ende, se confirmó su uso tradicional antimicrobiano; en una fase siguiente se identificarán sus principios activos.
Después habrá que hacer pruebas en un modelo animal y en pacientes, para descartar toxicidad y efectos secundarios, y decidir si sirven o no.
"Un objetivo a largo plazo será estudiar sus posibles usos odontológicos, ya sea como enjuagues o como elementos adicionados a los principios activos de las pastas dentales", comenta Manuel Jiménez-Estrada.
Estudio agronómicos
Las plantas que fueron estudiadas, sin embargo, presentan algunos problemas para disponer de ellas en tiempo y en las cantidades adecuadas.
Oxalis corniculata, conocida como hierba de la Golondrina (según la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana), crece en la zona del Pedregal de San Ángel, pero también en otras partes de nuestro país y del mundo, como China y Japón.
Es una planta muy pequeña, con un rendimiento muy bajo de extractos (mezclas de más de 100 compuestos que son muy difíciles de purificar y separar químicamente para identificar los principios activos).
"Para identificar los principios activos necesitamos varios miligramos y de una plantita de 20 centímetros como Oxalis corniculata obtenemos menos de un gramo de extracto, por lo que tendríamos que acumular grandes cantidades de esa planta", agrega el investigador de la universidad.
Por eso se experimentó también con Piqueria trinervia, conocida como hierba de San Nicolás, que crece en serranías de más de mil 600 metros de altura, mide un metro y tiene más follaje.
"Desafortunadamente sólo vive seis meses al año y los restantes seis meses se muere", indica Jiménez-Estrada.
En México se usa como cataplasma para bajar la inflamación y la temperatura, y como té para combatir malestares estomacales, así como en una gran cantidad de adornos florales.
De acuerdo con Jiménez-Estrada, sus compuestos activos son moléculas monoterpénicas, sobre todo aceites, donde parece que están los principios activos. Pero habrá que repetir experimentos en bacterias y pacientes para la cabal identificación de estos últimos.
Como Oxalis corniculata y Piqueria trinervia son plantas silvestres, no se tiene una forma sistemática agrícola para cultivarlas. Por eso, el investigador universitario considera que será necesario llevar a cabo estudios agronómicos para su domesticación, cultivo y producción a gran escala.
"La implementación del cultivo de estas dos plantas en el campo mexicano favorecería la creación de empleos y el aprovechamiento de nuestros recursos naturales y su preservación", comenta el especialista de Instituto de Química de la UNAM.
Más información al respecto al correo electrónico: manueljemex@gmail.com. (Fernando Guzmán Aguilar)
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