Una lista de esas estrategias que los pacientes admiten cuando el odontólogo detecta lesiones sospechosas incluye varios mitos. Son abrasivas, erosivas y pueden manchar la dentadura. Van desde frotarse gajos de cítricos hasta hacer pastas con bicarbonato o pociones vegetales diluidas con alguna bebida espirituosa.
"La prevención en la cavidad bucal no sólo consiste en tener los dientes sin manchas, sin caries y con encías sanas (sin sangrado). Hoy, los cuidados preventivos apuntan a evitar la pérdida de estructura dentaria. Para eso, hay que evitar lo que la produce, como el consumo de alimentos ácidos, los trastornos de la alimentación (en especial los que inducen el vómito), las alteraciones gastroesofágicas y, también, el uso de sustancias abrasivas como el bicarbonato o los dentífricos abrasivos", explicó la doctora Nélida Cuniberti de Rossi, profesora adjunta de la Escuela de Odontología de la Universidad del Salvador y la Asociación Odontológica Argentina.
Por su parte, el doctor Leonardo Stiberman, presidente del último Congreso Internacional del Círculo Argentino de Odontología, explicó que, "a veces, los remedios caseros tienen algo de sustento médico, y muchas otras son sólo creencias populares", y citó, por ejemplo, el uso del bicarbonato: "Los dientes van a quedar más blancos, pero también opacos, porosos y debilitados", detalló.
He aquí los falsos conceptos que más se escuchan en el consultorio.
Frotar limón o cáscara de naranja contra los dientes
Es una de las creencias populares que más circulan. La acidez produce lesiones corrosivas, que afectan principalmente el esmalte dental. "El cepillado y el uso del limón, como también la cáscara de naranja, son erosivos y traen como consecuencia la pérdida de la estructura dentaria, que, a pesar de lo que dicen muchas publicidades, no se recupera", explicó Cuniberti. En un libro que adelantó hace ya tres años lo que sería la lesión dental del futuro, Lesiones cervicales no cariosas (Panamericana), cita, por ejemplo, que "muchos deportistas corren el riesgo de erosión cuando, para reducir la deshidratación y la sequedad bucal, sostienen y succionan trozos de frutas cítricas".
Usar ceniza, pastas abrasivas o que se promocionan como blanqueadoras "mágicas”
Hay consenso en que la higiene dental protectora es la que se realiza a diario con dentífricos con flúor (a partir de 1400 ppm). Cepillarse con pastas abrasivas, especialmente las saborizadas con cítricos, va desgastando los dientes y hace que se retraiga el tejido gingival, según sean la técnica, la fuerza, la frecuencia, el tiempo y el lugar donde se comienza con el cepillado. También se aconseja evitar las pastas con sustancias pulidoras, como óxido de aluminio, bicarbonato de sodio o carbonato de calcio, entre otros. Los caninos suelen ser los que más se desgastan. "El uso de ceniza sobre el cepillo -aclaró la especialista- es algo sumamente abrasivo, que en otras décadas utilizaban mucho los pacientes fumadores."
Hacerse "buches" con bicarbonato o enjuagues con salvia o especias y alcohol
Otros preparados caseros incluyen bicarbonato, que los más arriesgados combinan con ceniza, o el uso de salvia o de un cóctel de especias (menta, clavo de olor, canela) con jerez para lavarse los dientes. El doctor Guillermo Rossi, ex presidente de la Sociedad Argentina de Periodontología, explicó que "aunque algunas de estas sustancias son beneficiosas, mezclarlas con jerez u otros productos abrasivos (con bajo pH) como enjuagues bucales las convierte en un producto corrosivo para la superficie dentaria".
Negó que las infusiones con hojas de salvia como enjuague bucal eliminen las manchas dentales y recordó que algunos hasta usan bicarbonato para preparar una crema con agua y jugo de limón. "Esto tiene un efecto nocivo en los dientes tanto por el ácido que desmineraliza el esmalte y favorece la aparición de la carie dental como por el bicarbonato, que al romper la estructura del esmalte aumenta la sensibilidad. Hay pacientes a los que les molesta hasta el aire cuando respiran", detalló Stiberman.
Cepillarse inmediatamente después de ingerir alimentos ácidos
"El ácido desmineraliza el esmalte", indicó Cuniberti. Las cerdas del cepillo van arrastrando los cristales minerales y esto va provocando una pérdida de la estructura dentaria. "Al principio es imperceptible, pero en etapas avanzadas incluye la pérdida visible del esmalte, una superficie rugosa y la pérdida del color natural al dejar traslucir la dentina debajo del esmalte porque es más oscura, lo que da la impresión de dientes más oscuros", precisó la especialista.
En ese grupo entran los pacientes con trastornos de la alimentación, sobre todo los que se provocan el vómito después de un atracón. Tanto en el reflujo gastroesofágico como en el vómito provocado, el ácido (jugo gástrico) va erosionando el esmalte de los dientes.
Stiberman recordó que la única forma de conseguir un blanqueamiento saludable es con la supervisión profesional y productos probadamente inofensivos o que el profesional sabe controlar. "El diente blanco ‘tecla de piano’ no existe, ni siquiera en las personas de piel negra. Y la mayoría de la población sabe que el diente blanco no es natural", enfatizó.
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