Recomendó controles odontológicos cada seis meses. Pero esos controles deben ser intensivos ya que Albier consideró necesario que el profesional examine también –no solamente los dientes- el paladar, lengua, carrillo, encías y si es posible, hasta la garganta. “Sería bueno –destacó- evaluar con una radiografía panorámica si existen quistes, lesiones en los huesos o sinusitis, entre otras patologías”.
“Lo más barato y sano para la comunidad es apuntar a la prevención”, resaltó.
Cirugía y traumatología
La cirugía y traumatología buco maxilo facial es una especialidad odontológica en la cual se trata fractura de los maxilares, problemas de desarrollo, dificultades masticatorios, labio y paladar fisurado, pacientes diabéticos, hipertensos, HIV, pacientes sindrómicos, biopsias, tumores, quistes. Es un nuevo y amplio campo que exige al profesional contar con profundos conocimientos de ciencias básicas para su profesión como la anatomía, la histología y la fisiología. Además de su capacitación, entrenamiento quirúrgico y obviamente una gran destreza manual, es indispensable que el profesional posea madurez de pensamiento y un gran respeto por los tejidos vivos.
Ampliando el campo de acción, el doctor Albier fue consultado sobre la atención de pacientes con discapacidad. En tal sentido manifestó que “el tratamiento de los pacientes especiales tiene que ver con la motivación y el grado de incapacidad del paciente. Hay pacientes con síndrome de down que se pueden tratar en un consultorio, motivándolo y eso puede estar a cargo de un odontopediatra con especialización en discapacidad pero hay otros que tienen una patología que requieren anestesia general y allí trabajamos nosotros, contando con especialistas dentro de la odontología”.
Precisamente en esta especialidad, la de la cirugía maxilo buco facial, es una condición importante el trabajar con otros especialistas del área de salud, conformando un equipo interdisciplinario.
Viejas y nuevas prácticas
La imagen actual del odontólogo dista años luz de lo que en otras épocas, como la de nuestros abuelos, por ejemplo, se tenía del dentista. Precisamente el doctor Albier señaló en tal sentido que “gracias a la ciencia, la Odontología avanzó muchísimo. La forma de trabajo es otra con mejores instrumentales, mejor anestesia, antibióticos para el tratamiento de infecciones”.
Ante esto destacó que “la salud avanza más rápido de lo que creemos, día a día, y por eso cada uno de los profesionales debemos especializarnos continuamente para brindar lo mejor a nuestros pacientes”.
Actualmente se nota que casi todas las edades concurren a la visita odontológica, especialmente los niños, muchos jóvenes y adolescentes mientras que hay gente mayores de 20 o 30 años que concurren por consultas de implantes, prótesis, ortodoncia y blanqueamiento.
Precisamente en torno a implantes, el profesional opinó que “es lo mejor para recuperar las piezas dentarias y en muchos libros está descripta como la tercera dentición”.
Los jóvenes, más impulsados por la estética, son quienes concurren con frecuencia a la visita odontológica.
En el campo de las nuevas técnicas y lo que está en estudio, ya hablando del reemplazo de piezas dentarias dañadas, Albier mencionó que se están realizando investigaciones en células madres y si bien, precisamente, están en ese campo del terreno investigativo, confió que “en unos años, el avance de la ciencia posibilite que se manipule correctamente este tipo de células logrando los objetivos, sin tener efectos secundarios”.
Para tener en cuenta
El doctor Mauricio Albier consideró importante los siguientes factores que tienen que ver con la promoción de la prevención:
-Comenzar con la motivación desde chico. Acostumbrarlos desde los dos años que concurran a la visita odontológica. Sugirió un odontopediatra en este caso, evitando la mentira para no perder la confianza de los pequeños.
-Tratar de no traumarlos psicológicamente como ocurrió a generaciones anteriores, donde todo el mundo llegaba para sacarse las piezas dentarias, más que cuidarlas.
-Evitar dulces, bebidas con azúcar, evitar jugos pegasosos que permiten la proliferación de bacterias. También mencionó a los carbohidratos que favorecen el desarrollo de las caries, que están contenidos en fideos, arroz, facturas, pan.
-La caries es una enfermedad infectocontagiosa producida por bacterias que se instalan en el diente, crean una zona pegajosa, se adhieren, colonizan, se multiplican y el metabolismo de las bacterias lleva a formar ácido láctico, provocando las caries.
-Las caries pueden atravesar distintos estadios y pueden llegar hasta la pulpa, causando infecciones.
-Consultar al nutricionista que enseñe a comer y a prevenir otros problemas de salud como hipertensión o diabetes.
Recomendó y resaltó como la máxima mayor “no concurrir al odontólogo cuando ya hay dolor, sino para prevenir. Al detectar una pequeña caries la podemos arreglar sin necesidad de hacer un tratamiento de conducto o llegar a extraer una pieza dentaria”.
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