EL TRATAMIENTO DE CANAL | Puede salvar un diente en forma segura y confortable. De hecho, este tratamiento es exitoso en un 95 por ciento de los casos. Lamentablemente, por lo general muchos eligen la extracción, alternativa más fácil y rápida; sin embargo, recuerde que un diente restaurado es siempre mejor que uno artificial. Las visitas al odontólogo deben ser periódicas, así evitará llegar a situaciones extremas de dolor que pueden tener como consecuencia la pérdida de una pieza dentaria.
Si bien los implantes dentales están muy de moda, previamente se debe estar seguro de que la pieza dentaria a extraer realmente no tiene salvación. El tratamiento de conductos (endodoncia) debe ser la primera opción.
"Los dientes naturales deben durar toda la vida y si uno de ellos está críticamente lastimado o enfermo, puede, por lo general, ser salvado mediante un procedimiento dental especializado como es el tratamiento endodóntico. Lamentablemente el tema del implante se ha hecho muy comercial y es mucho más fácil extraer la pieza y poner un tornillo, que hacer el tratamiento de conductos", explica Karin Iriarte Thorsen, especialista en endodoncia (Baurú- Brasil).
La endodoncia lleva más tiempo y es un trabajo complicado, ya que no se puede ver dentro del diente. Aunque actualmente existen nuevas técnicas como lupas de alta intensidad y microscopios para ver dentro de las piezas, sigue siendo un trabajo más moroso.
“El diente es una cavidad muy pequeña pero si se lo salva no habrá problemas posteriores porque cuando se hace el tratamiento se restaura toda la parte activa del diente y la estructura y un implante nunca va a ser lo mismo”, explica.
Por otro lado, se debe tomar en cuenta que si todos visitarían regularmente al dentista y mantendrían una higiene dental adecuada, se evitarían llegar a la fase de inflamación que presenta dolor (a veces extremo), calor y rubor.
“Lamentablemente, muchos esperan hasta que no soportan más el dolor y recién acuden al odontólogo. El problema es que la pieza ya puede estar sumamente afectada y de ello dependerá si se puede realizar la endodoncia o en definitiva la única alternativa es la extracción”, dice Iriarte.
EN NIÑOS
“La endodoncia se hace también en niños, pero no es muy aconsejable porque los conductos son todavía muy pequeños y se corre el riesgo de afectar gérmenes de los permanentes, pero en realidad sucede que los padres se descuidan o no se dieron cuenta y cuando acuden al odontólogo la pieza de su hijo ya está sumamente dañada. En estos casos sí se realiza el tratamiento de conductos”, asegura la especialista.
“Las visitas al odontólogo deben ser necesariamente regulares en los niños y adultos (cada seis meses como mínimo) y se deben hace desde que salen los primeros dientes y no esperar a tener dolor o suponer que ya hay caries. Con el flúor y los sellantes, los dientes de sus hijos estarán bien protegidos”, dice.
Se debe tomar en cuenta que en los infantes se corre más riesgo con las caries porque muchos se duermen tomando mamadera o se los premia constantemente con dulces.
“En este sentido los padres pueden ayudar en la prevención. Por ejemplo, si su hijo se duerme tomando biberón, usted puede colocarse en el dedo una gasa limpia y con agua hervida tibia le pasa por los dientes, esto neutraliza la lactosa de la leche y así se evitan las famosas caries de biberón”, explica.
ENDODONCIA
La endodoncia es el área de la odontología que se ocupa de la prevención, diagnóstico y desórdenes de la pulpa dental (el núcleo suave o nervio del diente).
“Años atrás los dientes enfermos o con las pulpas afectadas eran extraídos, pero perder un diente a la larga sale mucho más costoso que realizarse un tratamiento de conductos. Hoy en día el tratamiento endodóntico o tratamiento de canal es la manera más segura y efectiva de salvar dientes”, asegura la especialista.
La pulpa es un tejido blando que contiene los nervios, arterias, venas y vasos linfáticos de un diente. La pulpa está localizada dentro de la dentina y se extiende desde la cámara pulpar en la corona (la porción del diente visible arriba de las encías) hasta abajo a la punta de la raíz mediante el canal radicular. Todos los dientes tienen sólo una cámara pulpar, pero las piezas con más de una raíz tienen más de un canal. Cuando la pulpa está enferma o lesionada y no es capaz de auto repararse, muere.
“La pulpa más frecuente de muerte o necrosis pulpar es una fractura dentaria o una carie que expone la pulpa a la saliva .Las bacterias que se encuentran en la boca causan infección dentro del diente y si se deja sin tratar, la infección eventualmente causará la muerte de la pulpa. Posteriormente la infección se acumula en la punta de la raíz, formándose un absceso que puede destruir el hueso de sostén que rodea al diente”, explica.
Si la pulpa enferma o necrótica no es removida, el diente y los tejidos que están próximos se infectarán. Cuando la pulpa de una pieza dentaria tiene un proceso inflamatorio, causa mucho dolor y sensibilidad con cambios térmicos, entonces con la endodoncia se elimina el nervio o pulpa de la pieza dental afectada. Sin el tratamiento endodóntico su diente eventualmente tendrá que ser removido, dice Iriarte.
TRATAMIENTO
El tratamiento endodóntico usualmente requiere de una a tres citas y evidentemente es molestoso y doloroso hasta que se aplica la anestesia.
El odontólogo remueve la pulpa enferma. La cámara pulpar y los conductos radiculares del diente son entonces instrumentados para ser luego irrigados y que queden totalmente libres de contaminación, obturados y sellados para prevenir una recontaminación del sistema de conductos o canales radiculares. La terapia del conducto radicular es usualmente un procedimiento relativamente libre de dolor ya que al extirpar la pulpa se elimina el nervio o sea la sensibilidad de la pieza dentaria, dice.
El material usado dependerá de donde esta localizado el diente en la boca, el color del diente y sobre todo la cantidad de diente natural remanente. En algunos casos se utiliza una corona de metal porcelana, en otros una incrustación, restauración en resinas perno y coronas. El odontólogo debe plantear estas opciones antes de restaurarle su diente.
EXTRACCIÓN VS ENDODONCIA
La elección es suya, pero existen muchas desventajas si pierde un diente y aunque en principio por el dolor y por ser más rápido prefiere que se la extraigan, debe estar consciente de que esa pieza podría ser salvada. En caso de optar por la extracción entérese de las posibles consecuencias.
Cuando un diente es removido y no reemplazado, el diente contiguo al espacio vacío comienza a moverse de su posición normal. Esto puede ocasionar que los dientes se apiñen o giren, lo cual disminuye la eficiencia para comer y masticar. Los dientes apiñados o fuera de posición están más susceptibles a caries y enfermedades de las encías porque son más difíciles de mantener limpios que los dientes alineados correctamente. Como resultado, otros dientes pueden perderse si el diente ausente no es reemplazado, asegura Iriarte.
El diente de reemplazo (implante o puente) es usualmente más caro que el tratamiento de canal y requiere procedimientos dentales más extensos en los dientes adyacentes.
En cambio, el diente o pieza dental restaurada y tratada endodónticamente puede durar toda la vida.
Por otro lado, existe la posibilidad que de una pieza pueda no ser salvada; en ese caso la única solución sí es la extracción.
Cuando hay una necrosis total, el hueso no sirve o cuando la pieza está totalmente fracturada, sí se procede a la extracción. La necrosis o el hueso sumamente afectado se da por descalcificación, accidente o descuido que suele ser lo más común, concluye.