El sangrado de las encías es uno de los signos más importantes a la hora de diagnosticar la enfermedad en su primera fase. Hay ciertos cofactores agravantes de la patología periodontal como la predisposición genética y el tabaco. Curiosamente el tabaco (al alterar la microvascularización) eclipsa el síntoma de sangrado. En conclusión, la encía no sangra y el paciente, al no percibir la enfermedad, no advierte la necesidad de acudir al odontólogo. Además, al tener alterada la vascularización llegan a la encía menos nutrientes y elementos de defensa. Si se fuman más de 10 cigarrillos diarios el tabaco con sus toxinas es el protagonista.
El estadio inicial de esta enfermedad es la gingivitis la cual puede tratarse con un perfeccionamiento de las técnicas de higiene oral. Estas técnicas deben ser instruidas por una higienista dental que es la persona capacitada para la enseñanza de la fisioterapia oral. La gingivitis si no es tratada puede evolucionar a periodontitis.
El origen de la gingivitis en la gran mayoría de sus formas está dado por la presencia de placa bacteriana la cual en el caso de no ser removida, madura, se calcifica y se transforma en cálculo salival (sarro). La periodontitis se caracteriza por la inflamación, pérdida de inserción de fibras del ligamento periodontal y reabsorción de la cresta alveolar (hueso donde se insertan las raíces).
En la fase inicial de la enfermedad aparece sangrado en el cepillado o en la masticación y halitosis (mal aliento). En la fase avanzada los dientes se ven más largos y separados (debido a la pérdida de soporte los dientes se aflojan). La enfermedad periodontal es crónica y puede ser tratada y detenida siempre y cuando se lleve un mantenimiento a través de visitas periódicas al especialista.
Por otro lado, estudios científicos han comprobado una relación directa entre la enfermedad periodontal y enfermedades cardiovasculares así como con la diabetes. Los diabéticos deben extremar las precauciones en el cuidado de sus encías ya que un elevado índice de placa bacteriana puede alterar su glucemia y viceversa. Muchos pacientes creen que la enfermedad periodontal es hereditaria, no es así, lo que se hereda es la predisposición genética a padecer formas avanzadas de esta enfermedad. Estudios de genética han aislado el gen de predisposición siendo identificable mediante métodos simples desde el punto de vista clínico. Laboratorios de nuestro país y del resto de Europa cuentan con la tecnología necesaria para descubrir la presencia del polimorfismo que determina dicha predisposición.
La periodoncia es la especialidad de la odontología que estudia la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y condiciones que afectan los tejidos que dan soporte a las piezas dentarias o a las estructuras que las sustituyen y el mantenimiento de la salud, función y estética de estas estructuras y tejidos. Las enfermedades periodontales afectan a un gran número de la población, es fundamental su conocimiento para poder brindarle salud a todas esas personas. Conocer la enfermedad en sus características y en su desarrollo nos da la capacidad de situarnos un paso más adelante en esta "carrera" en el tiempo que se disputan la terapia y la patología.
También, en estados fisiológicos especiales de la mujer, por ejemplo en el embarazo, existe una predisposición al sangrado de las encías debido al aumento de la progesterona. Ciertas bacterias de la placa bacteriana se "nutren" de la progesterona y aumentan su capacidad de producir la enfermedad. Por lo tanto, la mujer embarazada necesita cuidado constante para prevenir el desarrollo de la enfermedad. Del mismo modo, investigadores de prestigiosas universidades han comprobado la relación entre la periodontitis y el nacimiento de bebés prematuros y de bajo peso.
0 comentarios:
Publicar un comentario