Consumo de pescado ayuda a mantener una boca sana

Investigadores estadounidenses acaban de constatar en un estudio que la dieta rica en ácidos grasos omega -3, presentes en pescados azules y en aceites de pescados, marisco y semillas así como en las verduras de hoja verde podría prevenir y tratar eficazmente la periodontitis.


Esta es una enfermedad inflamatoria común en la que el tejido de las encías se separa de los dientes, lo que conduce a la acumulación de bacterias y a la pérdida de hueso y dientes.

Hasta ahora, los tratamientos contra esta patología (piorrea) han centrado sus esfuerzos en combatir la infección bacteriana. Sin embargo, el objetivo reciente es atacar la respuesta inflamatoria.

"El tratamiento tradicional de la periodontitis ha involucrado principalmente la limpieza y la aplicación de antibióticos locales. Por lo tanto, una terapia dietética, si es efectiva, puede ser un método menos costoso y más seguro para su prevención y tratamiento", dictamina Asghar Z. Naqvi, del Centro Médico Beth Israel Deaconess (Boston, EE.UU.) y autor del trabajo junto con investigadores de la Universidad de Harvard.

Pero, además, y "dado que existen evidencias que indican un papel de los ácidos grasos omega-3 en otras enfermedades inflamatorias crónicas, es posible que su ingesta para el tratamiento de la piorra tenga el beneficio añadido de la prevención de otras patologías crónicas asociadas con la inflamación, incluido los accidentes cerebrovasculares", añade.

El ensayo, publicado en el último Journal of the American Dietectic Association ha contado con la participación de nueve mil adultos que estaban involucrados entre 1999 y el 2004 en la famosa Encuesta Nacional de la Salud y la Nutrición (NHANES) y que fueron sometidos a exámenes dentales periódicos.

Los investigadores indagaron asimismo en los hábitos dietéticos (incluida la ingesta de suplementos) de los participantes a través de entrevistas telefónicas. Tuvieron en cuenta también otros factores que podían alterar los resultados, como los culturales, sociodemográficos o hábitos de vida, entre otros.

"Hemos descubierto que el consumo de ácidos grasos omega 3, particularmente el ácido docosahexaenoico (DHA) y el eicosapentaenoico (EPA), están inversamente asociadas con la piorrea en la población de EE.UU.", aseguran los autores del ensayo.

Al parecer, un 8 por ciento de la población estudiada padece piorrea. Sin embargo, los datos constatan "una reducción de aproximadamente el 20 por ciento en la prevalencia de la patología entre aquéllos que consumieron mayor cantidad de ácidos grasos omega 3".

Elizabeth Krall Kaye, profesora de la Universidad de Boston (EE.UU.) y autora del editorial que acompaña al estudio, reconoce a ELMUNDO.es que "la conclusión más importante es que incluso pequeñas cantidades de ácidos grasos omega-3 pueden ser buenas para las encías.

Se trata de niveles que la gente pueda obtener de los alimentos con alto contenido de este tipo de grasas, sin necesidad de recurrir a los suplementos, algo que resulta más complicado porque muchas personas abandonan su consumo".

Esta experta insiste, además, en que el trabajo estadounidense no es el primero en indicar esta asociación. "Existe ya un ensayo publicado por científicos japoneses en Journal of Nutrition que ha alcanzado resultados similares.

Sin embargo, la mayoría de los estudios que buscan una relación entre consumo de ácidos grasoso poliinsaturados (PUFAs) y menor riesgo de piorrea se han llevado a cabo con suplementos de alto contenido en ácidos grasos omega-3 y no con dieta".

Pese a los datos, recuerda, "se necesitan más investigaciones, sobre todo más estudios prospectivos que sigan a los pacientes durante un tiempo y evalúen los cambios producidos en la enfermedad periodontal en función de su consumo de omega-3".
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PERIODONTITIS

La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad crónica e irreversible que puede cursar con una gingivitis inicial, para luego proseguir con una retracción gingival y pérdida de hueso hasta, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo. De etiología bacteriana que afecta al periodonto,se da mayormente en adultos de la tercera edad; el tejido de sostén de los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento radicular y el ligamento periodontal. Diagnóstico Tiene efectos como caries, mal aliento, dolor al masticar y sangrados abundantes y no se contagia por dar un beso, por beber del mismo vaso o por medio de la saliva. Al principio puede manifestarse por una ligera inflamación gingival, con sangrado discreto de las encías al cepillarse los dientes y un cierto grado de tumefacción y enrojecimiento de las encías. Su diagnóstico precoz contribuye a un mejor pronóstico ya que es condición necesaria para frenar su evolución cuanto antes. Signo principal es la formación de una bolsa periodontal por pérdida de inserción, y la forma de medir es por medio de la sonda periodontal. Este procedimiento de periodotología se llama sondaje periodontal y con él los dentistas obtienen la profundidad de sondaje que sirve para medir la afectación que la enfermedad periodontal y la destrucción de hueso que esta ha provocado. Los valores obtenidos con el sondaje de diagnostico periodontal servirán de referencia en los mantenimientos periodontales que se deberán realizar cada 6 meses por el periodoncista.Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la periodontitis. Por otra parte el hábito de fumar o usar productos de tabaco puede disminuir el efecto de algunos tratamientos, además de enmascarar la enfermedad ya que disminuye el sangrado. Además de la placa bacteriana, existen otros factores locales y sistémicos que modifican la respuesta del huésped ante la invasión bacteriana, facilitando o por el contrario retardando el proceso infeccioso, por ejemplo tabaquismo, diabetes mellitus, déficits de neutrófilos (Síndrome de Down, de Papillon-Lefèvre o de Marfan), etc. Sin embargo, es de vital importancia comprender que la única forma de evitar su aparición es manteniendo una adecuada higiene oral y visitas periódicas al odontólogo. La enfermedad en su forma agresiva (periodontitis agresiva) puede aparecer en edades tempranas, evolucionando de manera rápida, lo que provoca la pérdida de piezas dentales en personas jóvenes. Periodontitis simple Es la forma más prevalente. Se hace clínicamente significativa sobre los treinta años de edad y suele estar precedida de una gingivitis. La pérdida de soporte se produce en los periodos activos de la enfermedad. Sin embargo, la presencia de Porphyromonas gingivalis indica una alta probabilidad de periodontitis activa. Periodontitis agravada por factores sistémicos Enfermedades como la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison, la enfermedad de Crohn, enfermedades hematológicas o el sida provocan una progresión más rápida de la periodontitis, con diferentes manifestaciones clínicas. Periodontitis agresiva (de inicio precoz) Aparece a los veinte años de edad o antes. Supone, aproximadamente, entre un 10 y un 15% de todas las periodontitis. Periodontitis agresiva localizada Afecta principalmente a los primeros molares e incisivos, probablemente porque ya están erupcionados al iniciarse la enfermedad. Puede progresar a la forma generalizada o, posteriormente, a la periodontitis de evolución rápida. Tanto la forma localizada como la generalizada tienen la misma etiología, pero su presentación depende de la efectividad de la respuesta defensiva del huésped. Existen una serie de factores asociados que son: el déficit en la quimiotaxis de los leucocitos, el número reducido de quimiorreceptores superficiales y la cantidad anormal de glicoproteínas en la superficie de los neutrófilos. Periodontitis de inicio precoz generalizada Puede generarse desde una forma localizada o debutar así. Se distingue de la periodontitis de evolución rápida en función del tiempo de inicio de la enfermedad. Sin embargo, la edad no puede precisarse, pues el tiempo del diagnóstico no coincide con el inicio de la enfermedad. Se relaciona con la presencia de una serie de bacterias como son Actynomices actinomycetem comitans o la Porfiromona gingivalis. Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Consecuencias colaterales Se ha observado que las bacterias presentes en este tipo de infecciones migran desde la boca hasta la circulación sanguínea, lo que produce un daño directo en el endotelio (componente principal de la pared arterial) con la consecuente formación de ateromas (engrosamiento de la pared arterial debido al depósito de colesterol) y trombos. Incluso, en pacientes fallecidos, se han realizado biopsias de ateromas, y se han encontrado bacterias periodontales, patógenos propios de las encías.

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