El flúor es un mineral esencial para la vida, y, en particular, para la salud dental y ósea. Se absorbe con facilidad en el tracto digestivo y se elimina fundamentalmente por vía urinaria. Dos son las funciones más destacables del flúor en el organismo: aumenta la densidad de los huesos y endurece el esmalte dental, haciéndolo más resistente a la caries.
En el Perú, las empresas productoras de sal están obligadas a adicionar flúor a este producto de consumo humano, como medida preventiva contra la caries dental.
Pero, según afirma el doctor Jim Romero Lloclla, coordinador de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Bucal del Ministerio de Salud, aproximadamente el 60% de la sal de consumo humano que se comercializa en el Perú no contiene el flúor necesario para prevenir enfermedades bucodentales, pese a que la norma sanitaria rige desde hace poco más de 25 años.
Refirió que las enfermedades de la cavidad bucal afectan aproximadamente al 90% de la población peruana y que entre los males más frecuentes figuran la caries dental, enfermedad periodontal y las malas posiciones dentarias.
FLÚOR EN LA SAL
La fluoración de la sal consiste en fortalecer este producto de consumo diario adicionándole entre 200 y 250 miligramos de fluoruro de sodio por cada kilogramo. Por eso se recomienda revisar el reverso de las bolsas de sal que se compran en los mercados para verificar que contengan las concentraciones establecidas, a fin de adquirir un producto preventivo de las caries.
El especialista explicó que es en la cavidad bucal donde se inicia el proceso de alimentación y posterior nutrición, y en donde la presencia de las piezas dentarias hace posible una adecuada masticación y posterior formación del bolo alimenticio.
“Por eso la necesidad de proteger y disminuir las enfermedades de la cavidad bucal, pues son un factor de riesgo de malnutrición por la presencia de dolor en las encías, lo que a la larga puede producir una inadecuada selección de los alimentos, porque se disminuye el consumo de productos en proteínas y minerales”, agregó.
El flúor no solo se encuentra en la sal. También hay otros alimentos como las papas, los vegetales verdes, el té y las aguas fluoradas que aportan este compuesto al organismo humano. Y si usted es de los que piensa que visitando al odontólogo mensualmente para un baño de flúor en los dientes, eliminará por siempre la presencia de caries, está equivocado. Es solo un paliativo, pues el riesgo de caries persiste, dijo el doctor Romero.
CONSEJOS PARA UNA DIETA SANA
La dieta de los niños ha de ser saludable, equilibrada y variada. La utilización moderada de sal en la elaboración de las comidas permite que tengan un gusto más sabroso y favorecen la ingestión de alimentos sanos pero algo insípidos como las verduras y el pescado.
Los niños, hasta el primer año de vida, no deben consumir sal, ya que los nutrientes que necesita los recibe a través de la leche materna.
Cumplido el año, conviene introducir en sus comidas pequeñas cantidades de sal, necesaria para el correcto desarrollo de su organismo. El consumo de yodo, presente también en la sal, previene enfermedades mentales.
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