Según la Encuesta Nacional de Salud 2003, realizada por el Ministerio del ramo, el 79,7% de los adultos entre 35 y 44 años es desdentado parcialmente.
“Hay que desmitificar que la pérdida de dientes es un problema de la tercera edad, pues ocurre en todos los grupos etáreos y generalmente comienza a partir de los 20 años”, explica el doctor Eduardo Ellis, cirujano dentista especialista en implantología Buco Máxilo Facial de Clínica Ellis (www.clinicaellis.cl).
Entre las principales causas de la pérdida dentaria están las caries no tratadas que no dejan otra solución que la extracción, periodontitis (enfermedad bacteriana de las encías y el hueso que provoca que los dientes se suelten) y traumatismos por accidentes automovilísticos, domésticos o deportes de impacto.
Principales dificultades
“Cuando una persona pierde un diente es fundamental actuar con rapidez. Mientras más tiempo pasa, el hueso comienza a reabsorberse porque deja de cumplir la función de sostener el diente. En un año se puede perder más del 50 por ciento del volumen óseo”, explica el especialista. Cuando el paciente no tiene hueso y requiere un implante, se debe realizar un injerto óseo. Luego, hay que esperar su integración (alrededor de 5 meses), para después instalar el implante o tornillo de titanio que reemplazará a la raíz.
Extraer piezas sin reemplazarlas provoca que los dientes se muevan de posición o tumben, ocupando los espacios vacíos. Esto genera alteraciones de oclusión que aumentan la posibilidad de trastornos funcionales como dolores musculares o articulares.
La ausencia sin reemplazo también genera consecuencias al hablar, pues la extracción de dientes anteriores impide articular adecuadamente fonemas como la F y S.
También la pérdida de dientes tiene consecuencias fisonómicas. Los dientes funcionan como soporte labial, y su ausencia recoge el labio superior avejentando el rostro. Si hay pérdida total de dientes, se produce acortamiento y adelantamiento de la mandíbula.
“Hay personas que ocultan a su pareja la ausencia de dientes, durmiendo incluso con prótesis removible. Otros se retraen socialmente”, advierte el dr. Ellis. “Las consecuencias sicológicas y de autoestima por el desdentamiento se pueden solucionar o mitigar con un rápido y oportuno reemplazo dental”, advierte.
Diente de reemplazo
“Normalmente las personas que se realizan un implante quieren de inmediato sus dientes. Si cuenta con hueso en buenas condiciones, se puede instalar un diente provisorio, a la espera de colocar la funda o corona de porcelana que reemplazará al diente de manera definitiva, para lo cual hay que esperar la óseo integración del implante de titanio que reemplaza a la raíz”, explica.
“La persona tiene derecho a exigir al dentista que la corona de porcelana quede del mismo color que el resto de su dentadura”, afirma especialista de Clínica Ellis, quien agrega que nuevos avances han incorporado el zirconio –un metal blanco- a la porcelana para garantizar la estética de los dientes.
La ventaja del implante es que se transforma en un diente más y favorece la higiene entre piezas, por ejemplo usando seda dental.
A diferencia de una prótesis fija convencional, el implante no requiere desgastar piezas colindantes, ni tampoco posee ganchos como las prótesis removibles, que erosionan piezas vecinas.
“Es importante que el paciente se cerciore que su dentista sea especialista en implantes para garantizar que su tratamiento sea correctamente realizado. Esto lo puede confirmar en la web www.supersalud.cl o en la Sociedad de Implantología Oral de Chile”, concluye el dr. Ellis.
|