Estudiantes del tercer año de la Modalidad ProBiSe (Producción, Bienes y Servicios) del Colegio Universitario Patagónico (CUP) llevaron adelante una paciente experiencia de investigación donde cumplieron todos los pasos que la práctica requiere. Se trata de analizar el impacto que producen tres tipos de gaseosas en distintos objetos.
La inquietud surgió tras una conversación informal, cargada de curiosidad, respecto de los ingredientes de las gaseosas que consumen para refrescarse después de un partido de fútbol.
Marcelo Castillo, profesor de Química Aplicada del grupo de alumnos de ese curso, entendió que estaba ante un buen momento para el abordaje de contenidos relacionados con la disciplina: la química de los alimentos.
En su proyecto de cátedra sostiene: “uno trabaja para formar al alumno como un consumidor crítico, informado, además de estudiar la química a la luz de la vida cotidiana, promoviendo la cultura de la curiosidad que conduce al conocimiento”.
La investigación se planteó como extensión de la cátedra, dada la necesidad de sostener un proyecto de cátedra por un lado, y por otro, el tiempo que demanda la experiencia. Esto es la reacción de los objetos expuestos al efecto de las gaseosas.
EL PROYECTO
Se organizaron dos grupos, uno para estudiar el nivel de ph (grado de acidez) de tres gaseosas y otro para confeccionar las tiras indicadoras de ph que cada grupo necesitaba.
María Sol Dunkler, Edson Choque, Lucio Romero, Germán Wassermann y Mario Avit integran el grupo encargado de experimentar para conocer el nivel de acidez de las gaseosas y el efecto sobre distintos materiales.
Franco Villarroel, Leandro Panasiuk, Ignacio Van Meegroot y Juan de la Fuente se encargaron de reunir el material para fabricar las tiras indicadoras de ph que si bien se pueden comprar en el mercado, “es interesante hacerlas porque requieren procesos donde también intervienen alimentos, como por ejemplo repollo, remolacha y otros productos que están al alcance de la mano”, aclaró el profesor.
El colegio no tiene su propio laboratorio de Química, aunque sí hay elementos para trabajar. “Nos ubicamos en la sala de profesores del CUP, del 2º piso, y entre nosotros cubrimos todas las dificultades que se nos presentaron”, comentó uno de los estudiantes.
Para analizar el efecto de la Coca Cola utilizaron una moneda de 10 centavos. En el plazo de 21 días, se evaporó el agua de la Coca Cola para dejar una pegajosa gelatina marrón, mientras la moneda sufrió el desgaste de su cobertura para dejar a la vista el cobre con que se fabrican.
La gaseosa Paso de los Toros, otra de las elegidas para el experimento, también mostró su capacidad para corroer otras sustancias, tal como sucedió con dos trozos de alambre de cobre. Luego de los 15 días, el característico color del cobre quedó, en uno de los alambres con un pálido rosa y el otro quedó verde azulado. El líquido gaseoso, por su parte, perdía color con el paso de los días.
Mientras, para analizar el impacto de la gaseosa de marca “Pritty” utilizaron el caparazón blanco de una conchilla. Este objeto fue seleccionado porque la ostra construye su casa con proteína y calcio, al igual que nuestros huesos y dientes.
Tras la observación diaria asomaron las primeras conclusiones: “al 8º día la gaseosa se puso gelatinosa, como baba y la caparazón se tiñó del color de la gaseosa”.
Los días avanzaron como el impacto del líquido gelatinoso en el fosfato de calcio de la conchilla que, finalmente, empezó a resquebrajarse por efecto del ph (acidez) de la gaseosa.
CONCLUSIONES
Las primeras conclusiones a las que llegaron, traslada la experiencia al consumo humano, es que las gaseosas pueden producir obesidad, al igual que diabetes tipo dos, al aportar calorías no necesarias, también caries dentales y debilitamiento óseo por presencia del ácido fosfórico. Además, el contenido de cafeína de las gaseosas produce acidez estomacal cuando no es acompañado por alimento sólido.
Las primeras observaciones causaron sorpresa en el grupo de estudiantes dado que son habituales consumidores de gaseosas. María Sol confesó: “yo no tomo más gaseosa después de ver lo que hizo con las monedas, el alambre y la caparazón de la conchilla, pero me preocupa porque pienso en toda la gaseosa que tomé hasta ahora”.
Otro experimento que van a realizar es elaborar liquido fluorescente con agua tónica dado el contenido de quinina de esta gaseosa.
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