El gobierno de Brasil determinó que, en un plazo máximo de seis meses, las propagandas de bebidas de bajo tenor nutricional y de alimentos con altos porcentajes de azúcar, grasas saturadas o trans y sodio deberán informar a los consumidores sobre los riesgos que implican para la salud.
Según una resolución publicada este martes en el Diario Oficial, la promoción comercial de esos alimentos seguirá nuevas reglas para proteger a los consumidores de prácticas que puedan omitir informaciones o inducir a un consumo excesivo.
Con la nueva norma, quedan prohibidos los símbolos, figuras o dibujos que puedan causar una falsa interpretación o confusión sobre el origen, calidad y composición de los alimentos.
No será permitido atribuir a los productos características superiores a las que en realidad poseen, sugerir que el alimento es nutricionalmente completo o que su consumo es garantía de buena salud.
Entre las principales preocupaciones de las autoridades están el público infantil, por lo que que la nueva resolución da una especial importancia a los riesgos vinculados al consumo excesivo de algunos productos.
Para un alimento con elevada cantidad de azúcar -alimentos sólidos con más de 15 g de azúcar sobre 100 g del producto, o más de 7,5 g cada 100 ml, en el caso de las gaseosas- será incluida un alerta señalando que, "si es consumido en gran cantidad, aumenta el riesgo de obesidad y de caries dental".
En televisión, el alerta deberá ser pronunciado por el personaje principal de la propaganda; en radio, por el locutor; en material impreso deberá causar el mismo impacto visual que el resto de las informaciones, y en internet deberá ser exhibido de forma permanente y visible junto a la pieza publicitaria.
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