Investigadores locales del CIOp producen una nueva variedad de este invento, con múltiples aplicaciones
Un grupo de científicos de La Plata está desarrollando láseres de avanzada, que hasta ahora no se fabricaban en nuestro país, y que son totalmente elaborados con dispositivos basados en fibras ópticas. Los investigadores trabajan en el Centro de Investigaciones Opticas (CIOp), que depende de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
"Como los láseres de este tipo están dentro del núcleo de la fibra óptica, son menos sensibles a los movimientos y a variaciones térmicas o mecánicas que los láseres tradicionales, y por ello es menos probable que pierdan su estabilidad. Además, en ciertas longitudes de onda, son más convenientes que los láseres de cristales porque pueden alcanzar mayor potencia", destaca el doctor Ricardo Duchowicz, investigador principal del CONICET y director del grupo de Fibras Opticas del CIOp.
En el laboratorio platense también se están desarrollando láseres de fibra que emiten pulsos ultracortos, que duran algunas millonésimas de una millonésima de segundo. Este tipo de láseres tiene aplicaciones en comunicaciones, en el estudio de materiales y en el de fibras ópticas. Amplificando la intensidad de los pulsos ultracortos, los láseres pueden utilizarse para producir piezas con detalles microscópicos extremadamente precisos (micro maquinado de materiales).
LOS COMPONENTES ESENCIALES
El grupo de Fibras Opticas elabora diversos dispositivos, entre ellos los "amplificadores ópticos", componentes básicos de las comunicaciones ópticas. Estos se realizan con fibras de vidrio de una composición química especial que produce la amplificación de la intensidad de la luz que las atraviesa. Una adaptación del dispositivo es usada como amplificador en el láser de fibra.
Otro desarrollo es la creación de un equipo para el grabado de "redes de Bragg", que son componentes elaborados en fibra de vidrio que no se producen en nuestro país y cuyo costo es elevado. En muchos láseres de fibra las redes cumplen la función de los espejos que forman la cavidad óptica, los que reflejan repetidamente el haz de luz para amplificar su energía.
"Una red de Bragg refleja una longitud de onda cuyo valor se determina en el proceso de grabado. Este valor cambia según la temperatura a que se encuentra la fibra óptica, de acuerdo al esfuerzo mecánico que soporta o al desplazamiento del material al que está adherida. Por ello se la utiliza como un detector de variaciones de temperatura y presión en pozos petroleros, para medir deformaciones en puentes o edificios o para contar el paso de vehículos en una carretera", explica la doctora Nélida Russo, investigadora de la CIC.
Las redes de Bragg que elabora el grupo de científicos platenses son utilizadas también en otros importantes proyectos del CIOp, entre ellos en sensores desarrollados para monitorear "la salud" del satélite científico argentino SAC/D. Son sensores de vibraciones y deformaciones de su estructura y sensores de temperatura, que transmitirán cómo se comporta el satélite, en especial durante la etapa crítica del lanzamiento. Junto con las redes de sensores, los investigadores implementaron un láser de fibra óptica que permite examinar su respuesta.
Otra línea de trabajo con redes de Bragg estudia la contracción de materiales polímeros o epoxi al endurecerse (proceso de curado). En especial se investiga el comportamiento de polímeros usados para rellenar cavidades dentales, que son curados aplicando luz ultravioleta. Los polímeros son desarrollados en el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA) de Mar del Plata y se busca determinar cuáles entre ellos tienen menor contracción al curarse. Esta propiedad reduce el riesgo de que se desprendan o de que se produzcan grietas junto a la pared del diente, donde puedan formarse nuevas caries.
50 AÑOS
El 16 de mayo de 1960, Theodore Maiman, del Hughes Research Laboratories de Malibú, en California, observaba por primera vez un rayo láser. Desde el descubrimiento de la emisión simulada por Albert Einstein en 1916, a los trabajos de C.H.Townes en 1958, el rayo láser cambió la vida de manera importante
Fuente: Doctora Irene Maier (CIC)
"Como los láseres de este tipo están dentro del núcleo de la fibra óptica, son menos sensibles a los movimientos y a variaciones térmicas o mecánicas que los láseres tradicionales, y por ello es menos probable que pierdan su estabilidad. Además, en ciertas longitudes de onda, son más convenientes que los láseres de cristales porque pueden alcanzar mayor potencia", destaca el doctor Ricardo Duchowicz, investigador principal del CONICET y director del grupo de Fibras Opticas del CIOp.
En el laboratorio platense también se están desarrollando láseres de fibra que emiten pulsos ultracortos, que duran algunas millonésimas de una millonésima de segundo. Este tipo de láseres tiene aplicaciones en comunicaciones, en el estudio de materiales y en el de fibras ópticas. Amplificando la intensidad de los pulsos ultracortos, los láseres pueden utilizarse para producir piezas con detalles microscópicos extremadamente precisos (micro maquinado de materiales).
LOS COMPONENTES ESENCIALES
El grupo de Fibras Opticas elabora diversos dispositivos, entre ellos los "amplificadores ópticos", componentes básicos de las comunicaciones ópticas. Estos se realizan con fibras de vidrio de una composición química especial que produce la amplificación de la intensidad de la luz que las atraviesa. Una adaptación del dispositivo es usada como amplificador en el láser de fibra.
Otro desarrollo es la creación de un equipo para el grabado de "redes de Bragg", que son componentes elaborados en fibra de vidrio que no se producen en nuestro país y cuyo costo es elevado. En muchos láseres de fibra las redes cumplen la función de los espejos que forman la cavidad óptica, los que reflejan repetidamente el haz de luz para amplificar su energía.
"Una red de Bragg refleja una longitud de onda cuyo valor se determina en el proceso de grabado. Este valor cambia según la temperatura a que se encuentra la fibra óptica, de acuerdo al esfuerzo mecánico que soporta o al desplazamiento del material al que está adherida. Por ello se la utiliza como un detector de variaciones de temperatura y presión en pozos petroleros, para medir deformaciones en puentes o edificios o para contar el paso de vehículos en una carretera", explica la doctora Nélida Russo, investigadora de la CIC.
Las redes de Bragg que elabora el grupo de científicos platenses son utilizadas también en otros importantes proyectos del CIOp, entre ellos en sensores desarrollados para monitorear "la salud" del satélite científico argentino SAC/D. Son sensores de vibraciones y deformaciones de su estructura y sensores de temperatura, que transmitirán cómo se comporta el satélite, en especial durante la etapa crítica del lanzamiento. Junto con las redes de sensores, los investigadores implementaron un láser de fibra óptica que permite examinar su respuesta.
Otra línea de trabajo con redes de Bragg estudia la contracción de materiales polímeros o epoxi al endurecerse (proceso de curado). En especial se investiga el comportamiento de polímeros usados para rellenar cavidades dentales, que son curados aplicando luz ultravioleta. Los polímeros son desarrollados en el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA) de Mar del Plata y se busca determinar cuáles entre ellos tienen menor contracción al curarse. Esta propiedad reduce el riesgo de que se desprendan o de que se produzcan grietas junto a la pared del diente, donde puedan formarse nuevas caries.
50 AÑOS
El 16 de mayo de 1960, Theodore Maiman, del Hughes Research Laboratories de Malibú, en California, observaba por primera vez un rayo láser. Desde el descubrimiento de la emisión simulada por Albert Einstein en 1916, a los trabajos de C.H.Townes en 1958, el rayo láser cambió la vida de manera importante
Fuente: Doctora Irene Maier (CIC)
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