Sepa cuáles son los verdaderos enemigos de los dientes

Nuestros dientes, a pesar de estar constituidos por tejidos muy duros y resistentes, sufren desgastes, que pueden ser provocados por factores fisiológicos como la masticación o por elementos abrasivos o sustancias ácidas. Eso sumado a las conocidas caries cuya causa tiene un fuerte componente bacteriano.

Pero existen elementos de la dieta de una persona que pueden dañar los dientes: “Todas aquellas sustancias ácidas como las bebidas gaseosas, ensaladas aliñadas con jugo de limón y vinagre, el tomate, el café y el vino. Estas producen un desgaste dentario, colonizan la placa bacteriana y la erosionan”, asegura el odontólogo Nelson Pardo, docente de la U. Andrés Bello.

Todos estos alimentos tienen un grado de acidez que pueden afectar nuestros dientes. El grado de acidez de una sustancia se determina por el pH, un valor neutro es 7 que está presente normalmente en la boca; a partir de un pH 5.7 hacia abajo, sin embargo, se produce la desmineralización dentaria.

Hábitos dañinos

El hábito de chupar limón, ejemplifica el odontólogo, es muy nocivo para los dientes porque se ha determinado que el pH presente en el jugo del este cítrico es de 2.3, es decir, más que suficiente para producir daño.

“Las erosiones que producen afectan las superficies anteriores, principalmente de los dientes incisivos superiores, presentándose como extensas “cicatrices” que pueden extenderse mas allá del esmalte y comprometer la dentina, apareciendo en este punto ya cierto grado de sensibilidad dentaria”.

Las bebidas gaseosas también son un factor de cuidado, ya que contienen anhídrido carbónico (“gas”) que por si otorga acidez al brebaje.

"Por ejemplo bebidas colas tienen un pH que oscila entre 2.7 y 2.9, los que las hace tener un grado de acidez 1.000 superior al considerado pH límite (5.7); otros refrescos bordean entre 3.0 y 3.3, existiendo leves cambios en las denominadas light", enfatiza el doctor Pardo.

A la presencia de los ácidos se debe sumar el alto contenido en azúcar que presentan las bebidas no dietéticas, factor que también contribuye a las caries dentales, el especialista hace hincapié en que es un factor de riesgo para aquellos trabajadores que están expuestos a ácidos industriales y en personas que presentan vómitos a repetición, como embarazadas y quienes padecen anorexia y/o bulimia.

Pérdida microscópica

Tal como explica el odontólogo Nelson Pardo, los dientes al ponerse en contacto ácidos que provienen de la dieta o de reflujos o vómitos de alto contenido ácido se produce desmineralización. “Esta causa una pérdida microscópica de esmalte, que es compensada por procesos de remineralización de elementos que se encuentran en la saliva, sin embargo, ese mecanismo compensatorio es superado, dependiendo del grado de acidez y el tiempo en el cual actúa la sustancia ácida en la boca”,

Por lo mismo, el académico de la U. Andrés Bello recomienda consumir preferentemente agua pura para la sed y en el caso de ingerir bebidas ácidas hacerlo con bombilla, para evitar el contacto directo con los dientes. Se debe eliminar el hábito de chupar limón y en aquellas personas que sufren de vómitos crónicos, se recomienda enjuagarse la boca con agua, sin cepillarse inmediatamente los dientes porque al hacerlo, se remueve el esmalte desmineralizado con facilidad.

En algunos casos la indicación odontológica es la aplicación de fluoruros directamente sobre los dientes o mediante enjuagues, para hacer más resistentes los dientes al ataque ácido. En otras ocasiones, cuando ya se ha producido daño en el esmalte dentario, será necesario reparar las superficies dentarias perdidas con restauraciones estéticas.
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PERIODONTITIS

La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad crónica e irreversible que puede cursar con una gingivitis inicial, para luego proseguir con una retracción gingival y pérdida de hueso hasta, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo. De etiología bacteriana que afecta al periodonto,se da mayormente en adultos de la tercera edad; el tejido de sostén de los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento radicular y el ligamento periodontal. Diagnóstico Tiene efectos como caries, mal aliento, dolor al masticar y sangrados abundantes y no se contagia por dar un beso, por beber del mismo vaso o por medio de la saliva. Al principio puede manifestarse por una ligera inflamación gingival, con sangrado discreto de las encías al cepillarse los dientes y un cierto grado de tumefacción y enrojecimiento de las encías. Su diagnóstico precoz contribuye a un mejor pronóstico ya que es condición necesaria para frenar su evolución cuanto antes. Signo principal es la formación de una bolsa periodontal por pérdida de inserción, y la forma de medir es por medio de la sonda periodontal. Este procedimiento de periodotología se llama sondaje periodontal y con él los dentistas obtienen la profundidad de sondaje que sirve para medir la afectación que la enfermedad periodontal y la destrucción de hueso que esta ha provocado. Los valores obtenidos con el sondaje de diagnostico periodontal servirán de referencia en los mantenimientos periodontales que se deberán realizar cada 6 meses por el periodoncista.Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la periodontitis. Por otra parte el hábito de fumar o usar productos de tabaco puede disminuir el efecto de algunos tratamientos, además de enmascarar la enfermedad ya que disminuye el sangrado. Además de la placa bacteriana, existen otros factores locales y sistémicos que modifican la respuesta del huésped ante la invasión bacteriana, facilitando o por el contrario retardando el proceso infeccioso, por ejemplo tabaquismo, diabetes mellitus, déficits de neutrófilos (Síndrome de Down, de Papillon-Lefèvre o de Marfan), etc. Sin embargo, es de vital importancia comprender que la única forma de evitar su aparición es manteniendo una adecuada higiene oral y visitas periódicas al odontólogo. La enfermedad en su forma agresiva (periodontitis agresiva) puede aparecer en edades tempranas, evolucionando de manera rápida, lo que provoca la pérdida de piezas dentales en personas jóvenes. Periodontitis simple Es la forma más prevalente. Se hace clínicamente significativa sobre los treinta años de edad y suele estar precedida de una gingivitis. La pérdida de soporte se produce en los periodos activos de la enfermedad. Sin embargo, la presencia de Porphyromonas gingivalis indica una alta probabilidad de periodontitis activa. Periodontitis agravada por factores sistémicos Enfermedades como la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison, la enfermedad de Crohn, enfermedades hematológicas o el sida provocan una progresión más rápida de la periodontitis, con diferentes manifestaciones clínicas. Periodontitis agresiva (de inicio precoz) Aparece a los veinte años de edad o antes. Supone, aproximadamente, entre un 10 y un 15% de todas las periodontitis. Periodontitis agresiva localizada Afecta principalmente a los primeros molares e incisivos, probablemente porque ya están erupcionados al iniciarse la enfermedad. Puede progresar a la forma generalizada o, posteriormente, a la periodontitis de evolución rápida. Tanto la forma localizada como la generalizada tienen la misma etiología, pero su presentación depende de la efectividad de la respuesta defensiva del huésped. Existen una serie de factores asociados que son: el déficit en la quimiotaxis de los leucocitos, el número reducido de quimiorreceptores superficiales y la cantidad anormal de glicoproteínas en la superficie de los neutrófilos. Periodontitis de inicio precoz generalizada Puede generarse desde una forma localizada o debutar así. Se distingue de la periodontitis de evolución rápida en función del tiempo de inicio de la enfermedad. Sin embargo, la edad no puede precisarse, pues el tiempo del diagnóstico no coincide con el inicio de la enfermedad. Se relaciona con la presencia de una serie de bacterias como son Actynomices actinomycetem comitans o la Porfiromona gingivalis. Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Consecuencias colaterales Se ha observado que las bacterias presentes en este tipo de infecciones migran desde la boca hasta la circulación sanguínea, lo que produce un daño directo en el endotelio (componente principal de la pared arterial) con la consecuente formación de ateromas (engrosamiento de la pared arterial debido al depósito de colesterol) y trombos. Incluso, en pacientes fallecidos, se han realizado biopsias de ateromas, y se han encontrado bacterias periodontales, patógenos propios de las encías.

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