Blancorexia, la obsesión por los dientes blancos


Si usted quiere que sus dientes luzcan siempre blancos, tenga cuidado con caer en los extremos y correr el riesgo de perder dentadura por la búsqueda de una sonrisa reluciente. Así lo advierte el doctor Enrique Jadad, especialista en Odontología Estética sobre dientes e implantes, y con un postgrado en Rehabilitación Oral, quien actualmente es profesor visitante de la carrera de Odontología de la Escuela de Salud de la Universidad de Viña del Mar.

“Para lograr dientes muy blancos, hay que abusar en los tiempos de aplicación de los peróxidos, que son compuestos químicos en base a oxígeno. Pero esto constituye una violación a la biología de los dientes y de la ética profesional. La situación se describe como ‘blancorexia’: pacientes deslumbrados por la publicidad engañosa que cada día piden más y más aplicaciones de peróxidos, y que incluso los compran irresponsablemente en las grandes tiendas y por Internet”.

¿Cuáles son los daños si se abusa de los productos para blanquear?

“Habrá daños en la matriz del esmalte, al interior del diente y en la penetración pulpar, lo que quiere decir que se afectará el paquete vásculo nervioso dentro de los dientes. Estudios a largo plazo, de doce años de seguimiento, han descrito lesiones irreversibles como reabsorciones de las raíces de los dientes, destrucciones de las capas prismáticas de los dientes, pulpitis crónicas que conllevan a tratamientos de endodoncia”, detalla Jadad. Este abuso de los peróxidos conduce a cambios histomorfológicos en los dientes. “Y esto, finalmente, puede terminar en fuertes dolores, que la raíz del diente se debilite y el diente se caiga”, agrega el especialista.

Jadad sostiene, además, que hay agentes químicos y técnicas no recomendables para un blanqueamiento dental y que, sin embargo, se están empleando frecuentemente en los últimos años: “lo peor que ha sucedido es el boom de los láser y lámparas para aclarar los dientes. Esto ha sido un ingenioso plan de marketing que no tiene asidero científico y se ha llegado a llamar ‘otra mentira blanca”.

Ganador de varios premios y considerado uno de los mejores del continente en odontología restaurativa, estética e implantes, Jadad ha impartido conferencias en Estados Unidos y más de diez países de Latinoamérica. En octubre, participará en un congreso de odontología que la Escuela de Ciencias de la Salud UVM está organizando.

- ¿Cuál es la técnica más recomendable para blanquear dientes?

“Lo mejor es aclarar los dientes con técnica casera, es decir, con férulas o guardas oclusales blandas, y aplicándole a los pacientes peróxidos de carbamida en concentraciones entre el 10 y el 15 por ciento. Para lograr mayor efectividad o rapidez en el resultado, se puede iniciar aplicando peróxidos de hidrógeno en altas concentraciones (38%) en el consultorio, bajo la supervisión del odontólogo y protegiendo las encías con materiales acordes para este tipo de procesos; estos peróxidos de hidrógeno se deben aplicar por no más de diez minutos y hasta dos veces en la misma cita. Existen, además, unos peróxidos de carbamida en altas concentraciones, entre el 25 y 45% de concentración, que se deben aplicar por 30 minutos en el consultorio y bajo la supervisión del odontólogo; esto se puede repetir por tres a cinco días, para luego continuar con los peróxidos de carbamida a bajas concentraciones y para uso en casa”.

- Más allá del evidente efecto de mayor claridad en los dientes, ¿qué produce el blanqueamiento dental?
“Si se abusa de los productos para blanquear, evidentemente habrá daños en la matriz del esmalte, al interior del diente y en la penetración pulpar, lo que quiere decir que se va a afectar el paquete vásculo nervioso dentro de los dientes. Estudios a largo plazo, de doce años de seguimiento, han descrito lesiones irreversibles como reabsorciones de las raíces de los dientes, destrucciones de las capas prismáticas de los dientes, pulpitis crónicas que conllevan a tratamientos de endodoncia. Esto pasa, recordemos, cuando se abusa de estos productos y se sobrepasa los límites de tolerancia a los peróxidos, lo que puede causar cambios histomorfológicos en los dientes. Finalmente, todo lo descrito puede terminar en fuertes dolores y en que la raíz del diente se debilite y el diente se caiga”.

DIENTES NO SON BLANCOS

- ¿De qué color son exactamente los dientes sanos?

“Los dientes naturales no son blancos, tienen diversas tonalidades que generalmente se encuentran en el grupo de los amarillos. El color normal de los dientes temporales se describe como blanco azulado y el de los dientes permanentes de diversas tonalidades: amarillo grisáceo, blanco grisáceo y blanco amarillento. Los dientes naturales, sanos o parcialmente restaurados, pueden llegar a tener una variedad de tonalidades o gama de colores a causa de muchísimos procesos o motivos. Básicamente, el color de los dientes viene condicionado genéticamente; por esto, los dientes que no sean especialmente blancos no tienen porqué considerarse que estén enfermos o presenten alguna patología”.

- ¿Por qué aparecen manchas en los dientes?

“Algunos dientes sufren modificación de color de origen local y de localización superficial; en otros, ello puede deberse a trastornos locales generales que en ocasiones orientan hacia una enfermedad sistémica o a un tipo de síndrome. Las pigmentaciones de los dientes se han clasificado en extrínsecas e intrínsecas. Las extrínsecas se encuentran en la superficie exterior de los dientes y son de origen local, y pueden deberse a depósito o penetración de sustancias en la superficie de los dientes. Las intrínsecas se deben al depósito y la incorporación más profunda de sustancias en el esmalte o la dentina y representan verdaderas anomalías. Son manifestaciones de afecciones que el paciente sufrió en el periodo de formación de los dientes”.

- ¿Cuáles son las causas más comunes de decoloración de los dientes? “Muchos factores pueden causar la decoloración de los dientes. El cambio en el color puede afectar a todo el diente o sólo aparecer como manchas o líneas en el esmalte dental. Los genes influencian el color de los dientes. Otras cosas que pueden afectar el color de los dientes abarcan las enfermedades congénitas, los factores ambientales y las infecciones. Las enfermedades hereditarias pueden influenciar el espesor del esmalte o su contenido de calcio o proteína, lo cual puede causar cambios en el color. Asimismo, las enfermedades metabólicas pueden causar cambios tanto en el color como en la forma de los dientes. Los fármacos y medicamentos, ya sea que los tome la madre durante el embarazo o el niño mientras sus dientes se desarrollan, pueden causar cambios tanto en el color como en la dureza del esmalte”.

- ¿Se puede blanquear todo tipo de manchas?

“No todas las manchas o pigmentaciones se eliminan con blanqueamiento, algunas son más profundas que otras y, por lo tanto, más difíciles de tratar. Ciertas manchas se presentan cuando agentes externos ingeridos por el individuo, afectan el esmalte, que es la capa más superficial del diente. Estas son conocidas como pigmentaciones extrínsecas”.

- ¿Qué ocurre con el consumo de tabaco?

“El consumo de cigarrillos y tabacos produce manchas amarillas, marrones o negras, usualmente localizadas en los cuellos de los dientes. Bebidas como té o café también ocasionan pigmentaciones oscuras al igual que algunos alimentos y enjuagues antisépticos bucales. En estos casos, el blanqueamiento es una buena alternativa de tratamiento”.

Artículo obtenido de La segunda
Share:

0 comentarios:

PERIODONTITIS

La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad crónica e irreversible que puede cursar con una gingivitis inicial, para luego proseguir con una retracción gingival y pérdida de hueso hasta, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo. De etiología bacteriana que afecta al periodonto,se da mayormente en adultos de la tercera edad; el tejido de sostén de los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento radicular y el ligamento periodontal. Diagnóstico Tiene efectos como caries, mal aliento, dolor al masticar y sangrados abundantes y no se contagia por dar un beso, por beber del mismo vaso o por medio de la saliva. Al principio puede manifestarse por una ligera inflamación gingival, con sangrado discreto de las encías al cepillarse los dientes y un cierto grado de tumefacción y enrojecimiento de las encías. Su diagnóstico precoz contribuye a un mejor pronóstico ya que es condición necesaria para frenar su evolución cuanto antes. Signo principal es la formación de una bolsa periodontal por pérdida de inserción, y la forma de medir es por medio de la sonda periodontal. Este procedimiento de periodotología se llama sondaje periodontal y con él los dentistas obtienen la profundidad de sondaje que sirve para medir la afectación que la enfermedad periodontal y la destrucción de hueso que esta ha provocado. Los valores obtenidos con el sondaje de diagnostico periodontal servirán de referencia en los mantenimientos periodontales que se deberán realizar cada 6 meses por el periodoncista.Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la periodontitis. Por otra parte el hábito de fumar o usar productos de tabaco puede disminuir el efecto de algunos tratamientos, además de enmascarar la enfermedad ya que disminuye el sangrado. Además de la placa bacteriana, existen otros factores locales y sistémicos que modifican la respuesta del huésped ante la invasión bacteriana, facilitando o por el contrario retardando el proceso infeccioso, por ejemplo tabaquismo, diabetes mellitus, déficits de neutrófilos (Síndrome de Down, de Papillon-Lefèvre o de Marfan), etc. Sin embargo, es de vital importancia comprender que la única forma de evitar su aparición es manteniendo una adecuada higiene oral y visitas periódicas al odontólogo. La enfermedad en su forma agresiva (periodontitis agresiva) puede aparecer en edades tempranas, evolucionando de manera rápida, lo que provoca la pérdida de piezas dentales en personas jóvenes. Periodontitis simple Es la forma más prevalente. Se hace clínicamente significativa sobre los treinta años de edad y suele estar precedida de una gingivitis. La pérdida de soporte se produce en los periodos activos de la enfermedad. Sin embargo, la presencia de Porphyromonas gingivalis indica una alta probabilidad de periodontitis activa. Periodontitis agravada por factores sistémicos Enfermedades como la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison, la enfermedad de Crohn, enfermedades hematológicas o el sida provocan una progresión más rápida de la periodontitis, con diferentes manifestaciones clínicas. Periodontitis agresiva (de inicio precoz) Aparece a los veinte años de edad o antes. Supone, aproximadamente, entre un 10 y un 15% de todas las periodontitis. Periodontitis agresiva localizada Afecta principalmente a los primeros molares e incisivos, probablemente porque ya están erupcionados al iniciarse la enfermedad. Puede progresar a la forma generalizada o, posteriormente, a la periodontitis de evolución rápida. Tanto la forma localizada como la generalizada tienen la misma etiología, pero su presentación depende de la efectividad de la respuesta defensiva del huésped. Existen una serie de factores asociados que son: el déficit en la quimiotaxis de los leucocitos, el número reducido de quimiorreceptores superficiales y la cantidad anormal de glicoproteínas en la superficie de los neutrófilos. Periodontitis de inicio precoz generalizada Puede generarse desde una forma localizada o debutar así. Se distingue de la periodontitis de evolución rápida en función del tiempo de inicio de la enfermedad. Sin embargo, la edad no puede precisarse, pues el tiempo del diagnóstico no coincide con el inicio de la enfermedad. Se relaciona con la presencia de una serie de bacterias como son Actynomices actinomycetem comitans o la Porfiromona gingivalis. Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Consecuencias colaterales Se ha observado que las bacterias presentes en este tipo de infecciones migran desde la boca hasta la circulación sanguínea, lo que produce un daño directo en el endotelio (componente principal de la pared arterial) con la consecuente formación de ateromas (engrosamiento de la pared arterial debido al depósito de colesterol) y trombos. Incluso, en pacientes fallecidos, se han realizado biopsias de ateromas, y se han encontrado bacterias periodontales, patógenos propios de las encías.

Blog Archive