La obsesión que existe en Estados Unidos por la obesidad y el sobrepeso lleva a algunos grupos de investigadores a agudizar el ingenio para establecer nuevas estrategias en busca de mecanismos preventivos en la niñez y la adolescencia. Así, un estudio preliminar de la Universidad de Buffalo, sienta las bases para establecer una estrecha relación entre la caries dental y la obesidad y el consumo de bebidas azucaradas. La profesora Bethin, especialista en endocrinología pediátrica, realizó pruebas de índice de masa corporal y análisis alimenticio a un total de 65 niños de entre dos y cinco años que estaban en tratamiento odontológico para eliminar las caries.
Dieciocho de ellos, un 28%, tenían un índice de masa corporal muy elevado, además de tener una ingesta de calorías muy alta. La profesora Bethin subraya que su hipótesis era que las deficientes opciones alimenticias podrían relacionar obesidad y caries en niños, a pesar de que no hay muchos datos publicados sobre la asociación de estos dos problemas. Como expuso en la reunión anual de la Sociedad americana de Endocrinología, ha encontrado evidencias científicas de este binomio, y sugiere que las consultas de los dentistas son de gran utilidad para educar a los padres sobre los riesgos de una dieta pobre.
Algunos analistas utilizan el término epidemia para calificar el incremento del número de obesos infantiles en Estados Unidos, ya que uno de cada tres niños tiene sobrepeso o es obeso. Se calcula que entre el 5 y 10% de los niños estadounidenses tiene caries en la primera infancia y que la obesidad infantil se ha triplicado en las últimas tres décadas, de acuerdo con los Healthy People 2010. De ahí que las autoridades ayuden a financiar estudios para detectarla a tiempo. Incluso Michelle Obama participa en actos públicos para combatir la obesidad infantil con el deporte, fundamentalmente el fútbol.
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