¿Con qué frecuencia realizan las personas una visita al dentista?, ¿Cuándo hay que ir?

¿Con qué frecuencia realizan las personas una visita al dentista tanto para mantener una salud dental como para prevenir diversos tipos de patologías como caries, periodontitis (infecciones de las encías), y en algunos casos lesiones pre-cancerígenas?

Para responder ésta y otras preguntas, un equipo de investigadores encabezados por el doctor Gustavo H. Marín, profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata.(UNLP)- entrevistaron a 1.122 personas residentes de la ciudad de La Plata. En el trabajo también participaron investigadores de la ONG "Médicos en Prevención" de la Argentina y de la Universidad de Valencia y del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de esa misma ciudad española.

Las encuestas se realizaron en domicilios seleccionados mediante una fórmula de muestreo poblacional que tuvo en cuenta las variables de necesidades básicas insatisfechas, nivel de ingreso y grado de cercanía del domicilio del encuestado a un lugar de atención odontológica.

"Este esfuerzo y cuidado en la selección de la muestra permitió que la misma resulte relevante para la pregunta principal que pretende responder nuestro estudio que es: ¿Cuales son los determinantes que hacen que una persona consulte a su odontólogo en forma periódica?", señaló el doctor Marín.

De acuerdo con el estudio, menos de un tercio de la población con necesidades básicas insatisfechas concurrió al odontólogo en el último año, y el 61 % de los que no pertenecen a ese grupo lo hizo. Los resultados de la investigación fueron publicados recientemente en la revista Medicina Oral, Patología Oral y Cirugía Bucal, publicación de Academia Iberoamericana de Patología y Medicinal Bucal.

"También el nivel educativo máximo alcanzado influye en la frecuencia de visitas al odontólogo, ya que entre aquellos individuos con la escuela secundaria completa más del 60 % consultó a un dentista mientras que el 46 % que no alcanzó esta etapa educativa, lo hizo. Asimismo los habitantes del casco urbano, claramente consultaron más que los que residen en los suburbios (69,6 % vs 27,1 % )", señaló el doctor Marín. Y agregó: "Aquellos con obra social, tuvieron un número ligeramente mayor de consultas que aquellos que no la tenían, aunque sin un valor estadístico".

Según Marín, que es magister en Salud Pública y en Economía de la Salud, resultó "llamativo, que las personas que vivían cerca de un puesto de atención odontológica, no tuvieran diferencias en el grado de consultas en los últimos doce meses con aquellas cuyos domicilios estaban lejos de un centro de salud de ese tipo."

Conclusiones principales

Para Marín el estudio aportó algunas conclusiones interesantes. "Una de ellas es que a pesar de contar con una oferta dada, la utilización de los servicios no dependió estrictamente de la distancia de un Centro de Atención Odontológica al domicilio de las personas", destacó el profesor de la UNLP. Y agregó "Paradójicamente, sí existe un aspecto geográfico a mencionar que es la relación existente entre la población urbana y su mayor consulta en comparación con la suburbana. Ello no se asocia a la mayor oferta de servicios, ya que la muestra seleccionada garantizó que la distancia a dichos servicios sea equidistante tanto en los suburbios como en la zona urbana/rural. Por ende, su relación podría deberse a otros aspectos como hábitos, estilos de vida, y aspectos culturales, entre otros, que caracterizan a la población urbana de la suburbana y rural y que no han sido exploradas en este proyecto."

Tanto las necesidades básicas insatisfechas como los bajos ingresos de las personas entrevistadas se relacionaron con la ausencia de controles odontológicos. "Si bien en esas dos variables existe el aspecto económico, no significa que el costo potencial de la consulta haya sido un factor limitante, ya que existen servicios públicos gratuitos estratégicamente ubicados en la zona evaluada, disponibles para ser utilizados. Otra pauta en este sentido es que aquellos individuos mutualizados, para los cuales la consulta resulta sin costo, no suelen visitar con mayor frecuencia al odontólogo. Estos resultados indican, que incluso las personas que tienen acceso, no suelen visitar en forma regular al dentista", afirmó el especialista.

La consulta odontológica en la población adulta suele ocurrir en forma espontánea cuando existe alguna patología, subrayó Marín. Y agregó: "Lamentablemente no existen las visitas preventivas. Lo mismo ocurre con las visitas médicas. Las realizamos cuando nos sentimos mal, enfermos y hemos perdido el estado de salud. Creo que para revertir esta situación hay que hacer dos cosas. Por un lado es importante crear un hábito en la población trabajando sobre aspectos culturales de la misma, y por el otro cambiar el paradigma de la atención de la salud tanto médica como odontológica."

QUE HACER

Desde el punto de vista de Marín, se debe instalar un modelo de cuidado de la salud que tenga "responsabilidad nominal de los profesionales para con la comunidad. Es decir, que un equipo de salud (que incluya al odontólogo) sea responsable del cuidado la salud de una población determinada, (atención personalizada e identificada nominalmente) asegurando que la misma cumpla con algunos controles pre-establecidos, por ejemplo una consulta odontológica semestral, control periódico de la tensión arterial o un papanicolau anual, entre otros, a fin de reducir una multiplicidad de riesgos para la salud. El impacto del trabajo realizado por dicho equipo de salud debería también medirse en base al cumplimiento de los objetivos alcanzados para esa población a cargo."

Tener en cuenta las variables que el estudio publicado en la mencionada revista- identifica como determinantes para el grado de consulta del odontólogo "y profundizar en otras dimensiones aún no estudiadas, permitirá establecer un modelo de atención y estrategias focales para un cuidado de la salud bucal que sea periódico, continuo y preventivo para la población adulta en nuestro país", concluyó Marín.

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PERIODONTITIS

La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad crónica e irreversible que puede cursar con una gingivitis inicial, para luego proseguir con una retracción gingival y pérdida de hueso hasta, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo. De etiología bacteriana que afecta al periodonto,se da mayormente en adultos de la tercera edad; el tejido de sostén de los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento radicular y el ligamento periodontal. Diagnóstico Tiene efectos como caries, mal aliento, dolor al masticar y sangrados abundantes y no se contagia por dar un beso, por beber del mismo vaso o por medio de la saliva. Al principio puede manifestarse por una ligera inflamación gingival, con sangrado discreto de las encías al cepillarse los dientes y un cierto grado de tumefacción y enrojecimiento de las encías. Su diagnóstico precoz contribuye a un mejor pronóstico ya que es condición necesaria para frenar su evolución cuanto antes. Signo principal es la formación de una bolsa periodontal por pérdida de inserción, y la forma de medir es por medio de la sonda periodontal. Este procedimiento de periodotología se llama sondaje periodontal y con él los dentistas obtienen la profundidad de sondaje que sirve para medir la afectación que la enfermedad periodontal y la destrucción de hueso que esta ha provocado. Los valores obtenidos con el sondaje de diagnostico periodontal servirán de referencia en los mantenimientos periodontales que se deberán realizar cada 6 meses por el periodoncista.Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la periodontitis. Por otra parte el hábito de fumar o usar productos de tabaco puede disminuir el efecto de algunos tratamientos, además de enmascarar la enfermedad ya que disminuye el sangrado. Además de la placa bacteriana, existen otros factores locales y sistémicos que modifican la respuesta del huésped ante la invasión bacteriana, facilitando o por el contrario retardando el proceso infeccioso, por ejemplo tabaquismo, diabetes mellitus, déficits de neutrófilos (Síndrome de Down, de Papillon-Lefèvre o de Marfan), etc. Sin embargo, es de vital importancia comprender que la única forma de evitar su aparición es manteniendo una adecuada higiene oral y visitas periódicas al odontólogo. La enfermedad en su forma agresiva (periodontitis agresiva) puede aparecer en edades tempranas, evolucionando de manera rápida, lo que provoca la pérdida de piezas dentales en personas jóvenes. Periodontitis simple Es la forma más prevalente. Se hace clínicamente significativa sobre los treinta años de edad y suele estar precedida de una gingivitis. La pérdida de soporte se produce en los periodos activos de la enfermedad. Sin embargo, la presencia de Porphyromonas gingivalis indica una alta probabilidad de periodontitis activa. Periodontitis agravada por factores sistémicos Enfermedades como la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison, la enfermedad de Crohn, enfermedades hematológicas o el sida provocan una progresión más rápida de la periodontitis, con diferentes manifestaciones clínicas. Periodontitis agresiva (de inicio precoz) Aparece a los veinte años de edad o antes. Supone, aproximadamente, entre un 10 y un 15% de todas las periodontitis. Periodontitis agresiva localizada Afecta principalmente a los primeros molares e incisivos, probablemente porque ya están erupcionados al iniciarse la enfermedad. Puede progresar a la forma generalizada o, posteriormente, a la periodontitis de evolución rápida. Tanto la forma localizada como la generalizada tienen la misma etiología, pero su presentación depende de la efectividad de la respuesta defensiva del huésped. Existen una serie de factores asociados que son: el déficit en la quimiotaxis de los leucocitos, el número reducido de quimiorreceptores superficiales y la cantidad anormal de glicoproteínas en la superficie de los neutrófilos. Periodontitis de inicio precoz generalizada Puede generarse desde una forma localizada o debutar así. Se distingue de la periodontitis de evolución rápida en función del tiempo de inicio de la enfermedad. Sin embargo, la edad no puede precisarse, pues el tiempo del diagnóstico no coincide con el inicio de la enfermedad. Se relaciona con la presencia de una serie de bacterias como son Actynomices actinomycetem comitans o la Porfiromona gingivalis. Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Consecuencias colaterales Se ha observado que las bacterias presentes en este tipo de infecciones migran desde la boca hasta la circulación sanguínea, lo que produce un daño directo en el endotelio (componente principal de la pared arterial) con la consecuente formación de ateromas (engrosamiento de la pared arterial debido al depósito de colesterol) y trombos. Incluso, en pacientes fallecidos, se han realizado biopsias de ateromas, y se han encontrado bacterias periodontales, patógenos propios de las encías.

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