El mejor endulzante

Los sustitutos de azúcar se han popularizado en los últimos años, sobre todo entre quienes buscan endulzar sus bebidas y alimentos sin consumir muchas calorías. No obstante, antes de ingerirlos es necesario conocer cuáles son los más indicados para cada persona.

A diario escuchamos que entre menos azúcar consumamos será mejor para nuestro organismo, pues está comprobado que esta sustancia contribuye a generar caries dentales y en exceso provoca sobrepeso, por eso es mejor ingerirla con medida, sobre todo aquellas personas que son diabéticas o bien quienes desean deshacerse de los kilos extra. Así, han cobrado popularidad diversos sustitutos que prometen ayudarnos a tener un estilo de vida más saludable. Pero ¿en verdad es así?

La sacarosa, llamada habitualmente azúcar de mesa, es un carbohidrato integrado por una molécula de glucosa y otra de fructosa, y se extrae principalmente de la caña. La Licenciada en Nutrición Eliana Ortega explica que cada gramo de azúcar refinada contiene cuatro calorías, y éstas se denominan “vacías” porque carecen de otros nutrientes, de ahí que aun a los individuos saludables y activos se les recomiende evitar en la medida de lo posible el azúcar (y también los edulcorantes sintéticos), pues lo ideal es obtenerla directamente de la fruta, que aparte de fructosa incluye vitaminas, minerales y fibra.

Además de los diferentes tipos de azúcar (morena, mascabada y glass) existen otros tipos de endulzantes que también tienen calorías pero son nutritivos, como la miel, la citada fructosa y el jarabe de maíz. Mientras que hay otros carentes de valor energético (sin calorías), los más conocidos son la sucralosa, la sacarina y el aspartame.
¿CUÁL ES MEJOR PARA MÍ?

Tanto los edulcorantes sintéticos como los naturales provenientes de plantas son mucho más dulces que el azúcar, por lo que se requiere de una cantidad pequeña de los mismos para igualar el dulzor de ésta.

Pero al momento de elegir un endulzante es necesario tomar en cuenta varios puntos. Por ejemplo “a un niño saludable y con una actividad física regular se le puede dar azúcar morena, menos refinada; pero si se trata de un pequeño con restricción de azúcar es mejor que opte por edulcorantes sin calorías”, comenta la Nutrióloga Ortega. En este segundo grupo se encuentran quienes padecen sobrepeso u obesidad -incluyendo a los infantes- o diabetes.

Las alternativas nutritivas como la mermelada, la miel o el jarabe, son ideales para gente que presenta hipoglucemia (baja azúcar en sangre), sin embargo la entrevistada advierte que si tal situación se presenta de manera constante es necesario acudir al médico.

Asimismo hay que tener cuidado con algunos sustitutos artificiales no nutritivos como el manitol, el lactitol y el sorbitol, endulzantes que se utilizan comúnmente en diversos productos etiquetados como ‘sin azúcar’, especialmente en gomas de mascar, helados y otras golosinas, pues pueden provocar dolores de cabeza y diarreas en individuos con cierto grado de sensibilidad.
¿HACEN DAÑO?

Innumerables personas evitan el uso de endulzantes no calóricos porque creen que son dañinos para la salud, pero de acuerdo al Instituto Nacional de Cáncer en Estados Unidos, no existe ninguna evidencia científica de que alguno de los sustitutos aprobados por la FDA (Food and Drug Administration) sean cancerígenos. En 1977, cuando comenzó a popularizarse el usó de la sacarina, se reportó que ésta provocaba cáncer en animales de laboratorio; incluso en las etiquetas del producto se anunciaba que podría causar dicha enfermedad. La FDA retiró la advertencia en 1991; sin embargo, la leyenda quedó grabada en la mente de mucha gente y por eso hay tantas especulaciones respecto a su nocividad, aunque no esté demostrado que ocasione daños.
¿SOBRECITO O FRUCTOSA?

De un tiempo a la fecha se ha popularizado la utilización de fructosa como endulzante, pues incontables individuos la consideran una alternativa saludable y light. No obstante hay que tener cuidado, porque en la publicidad del producto nos “aseguran que da la mitad de calorías que el azúcar de mesa, lo cual es real siempre y cuando la persona se sirva sólo la mitad de lo que normalmente acostumbra; pero lo cierto es que la mayoría de la gente la usa en la misma medida”, advierte Ortega. Igualmente, es preciso comentar que la fructosa en grandes cantidades puede tener idénticas repercusiones en la salud que el uso excesivo de azúcar (sobrepeso, caries, etcétera).

Así que ya lo sabe, antes de correr a los anaqueles del centro comercial para comprar algún dulce sustituto, de cualquier tipo, es importante que sepa cuál es el más recomendable para usted, dependiendo de su estilo de vida.
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PERIODONTITIS

La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad crónica e irreversible que puede cursar con una gingivitis inicial, para luego proseguir con una retracción gingival y pérdida de hueso hasta, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo. De etiología bacteriana que afecta al periodonto,se da mayormente en adultos de la tercera edad; el tejido de sostén de los dientes, constituido por la encía, el hueso alveolar, el cemento radicular y el ligamento periodontal. Diagnóstico Tiene efectos como caries, mal aliento, dolor al masticar y sangrados abundantes y no se contagia por dar un beso, por beber del mismo vaso o por medio de la saliva. Al principio puede manifestarse por una ligera inflamación gingival, con sangrado discreto de las encías al cepillarse los dientes y un cierto grado de tumefacción y enrojecimiento de las encías. Su diagnóstico precoz contribuye a un mejor pronóstico ya que es condición necesaria para frenar su evolución cuanto antes. Signo principal es la formación de una bolsa periodontal por pérdida de inserción, y la forma de medir es por medio de la sonda periodontal. Este procedimiento de periodotología se llama sondaje periodontal y con él los dentistas obtienen la profundidad de sondaje que sirve para medir la afectación que la enfermedad periodontal y la destrucción de hueso que esta ha provocado. Los valores obtenidos con el sondaje de diagnostico periodontal servirán de referencia en los mantenimientos periodontales que se deberán realizar cada 6 meses por el periodoncista.Fumar es uno de los factores de riesgo más significativos relacionados con el desarrollo de la periodontitis. Por otra parte el hábito de fumar o usar productos de tabaco puede disminuir el efecto de algunos tratamientos, además de enmascarar la enfermedad ya que disminuye el sangrado. Además de la placa bacteriana, existen otros factores locales y sistémicos que modifican la respuesta del huésped ante la invasión bacteriana, facilitando o por el contrario retardando el proceso infeccioso, por ejemplo tabaquismo, diabetes mellitus, déficits de neutrófilos (Síndrome de Down, de Papillon-Lefèvre o de Marfan), etc. Sin embargo, es de vital importancia comprender que la única forma de evitar su aparición es manteniendo una adecuada higiene oral y visitas periódicas al odontólogo. La enfermedad en su forma agresiva (periodontitis agresiva) puede aparecer en edades tempranas, evolucionando de manera rápida, lo que provoca la pérdida de piezas dentales en personas jóvenes. Periodontitis simple Es la forma más prevalente. Se hace clínicamente significativa sobre los treinta años de edad y suele estar precedida de una gingivitis. La pérdida de soporte se produce en los periodos activos de la enfermedad. Sin embargo, la presencia de Porphyromonas gingivalis indica una alta probabilidad de periodontitis activa. Periodontitis agravada por factores sistémicos Enfermedades como la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison, la enfermedad de Crohn, enfermedades hematológicas o el sida provocan una progresión más rápida de la periodontitis, con diferentes manifestaciones clínicas. Periodontitis agresiva (de inicio precoz) Aparece a los veinte años de edad o antes. Supone, aproximadamente, entre un 10 y un 15% de todas las periodontitis. Periodontitis agresiva localizada Afecta principalmente a los primeros molares e incisivos, probablemente porque ya están erupcionados al iniciarse la enfermedad. Puede progresar a la forma generalizada o, posteriormente, a la periodontitis de evolución rápida. Tanto la forma localizada como la generalizada tienen la misma etiología, pero su presentación depende de la efectividad de la respuesta defensiva del huésped. Existen una serie de factores asociados que son: el déficit en la quimiotaxis de los leucocitos, el número reducido de quimiorreceptores superficiales y la cantidad anormal de glicoproteínas en la superficie de los neutrófilos. Periodontitis de inicio precoz generalizada Puede generarse desde una forma localizada o debutar así. Se distingue de la periodontitis de evolución rápida en función del tiempo de inicio de la enfermedad. Sin embargo, la edad no puede precisarse, pues el tiempo del diagnóstico no coincide con el inicio de la enfermedad. Se relaciona con la presencia de una serie de bacterias como son Actynomices actinomycetem comitans o la Porfiromona gingivalis. Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Periodontitis de inicio precoz relacionada con enfermedades sistémicas Consecuencias colaterales Se ha observado que las bacterias presentes en este tipo de infecciones migran desde la boca hasta la circulación sanguínea, lo que produce un daño directo en el endotelio (componente principal de la pared arterial) con la consecuente formación de ateromas (engrosamiento de la pared arterial debido al depósito de colesterol) y trombos. Incluso, en pacientes fallecidos, se han realizado biopsias de ateromas, y se han encontrado bacterias periodontales, patógenos propios de las encías.

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