Marisol Brito Cabrera es la mamá de Andrea, una niña de 9 meses que está pasando por este malestar. “Noto a Andrea muy inquieta, lo único que quiere es morder todo lo que encuentra, ha dejado de comer como lo hacía normalmente y esto me preocupa. Al igual que el resto de las madres, me gustaría conocer en qué consiste esta etapa de su desarrollo y así poder apoyar a mi hija, de manera eficaz”.
El ABC de los primeros dientes
Todos los bebés experimentan una primera señal de erupción, que consiste en un ligero abultamiento e hinchazón de la encía. Este proceso suele iniciar a los 6 meses de edad y se completa a los tres años. No hay una regla fija en cuanto al orden de aparición de cada pieza, generalmente los primeros” en brotar son los incisivos centrales inferiores.
La doctora Violeta Magaña Barrios, odontopediatra del Hospital Ángeles Pedregal, explica que la mezcla de dolor y picazón que sienten en las encías les harán mostrarse más inquietos de lo habitual. Algunas veces pueden presentarse síntomas como fiebre, enrojecimiento gingival, heces líquidas, falta de apetito, irritación y alteraciones en el sueño.
“Las fiebres de más de 38 grados deben ser vigiladas por el pediatra, ya que pueden ser el resultado de una infección u otra enfermedad, y confundirse con las señales de la salida de dientes,” puntualiza la especialista.
¿Qué puedes hacer por tu bebé?
Para ayudarlo a disminuir las molestias, acércale mordederas de goma o un masajeador de encía que estén fríos (los puedes colocar para su rápido enfriamiento en el congelador), ya que esta sensación les hará sentir alivio.
La doctora Magaña Barrios aconseja que si esta medida no contribuye a que el pequeño se sienta mejor, hay que consultar al pediatra para que determine si es necesario administrar algún analgésico. En este sentido es importante recalcar que será el especialista el único indicado para recetar algún medicamento y bajo ninguna circunstancia se debe auto medicar al bebé.
La parte más difícil de esta etapa de desarrollo es justamente cuando las encías se preparan para el primer brote. Una vez que la pieza ha salido, las demás no representarán mayor problema y los malestares del bebé disminuirán considerablemente.
Para sentirte más tranquila por el bienestar de tu bebé, llévalo a su primera revisión con el odontopediatra durante su primer año. Después de esta toma de contacto, se sugiere acudir cada seis meses.
Participar activamente con tu hijo en este momento de su vida le calmará y te conectará a él sin darte cuenta. Él no entiende el por qué de su malestar, pero si le transmites más cariño y atención del habitual, su inquietud dará una tregua. Informarte de la situación que atraviesa, es una valiosa muestra de tu amor hacia él.
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